Opinion | 02 Oct El Ministerio de Salud Pública lanzó recientemente una campaña de lucha contra el dengue en todo el país, con énfasis en las localidades del litoral y norte, así como Montevideo. Las condiciones de nuestro clima, cada vez más cerca del tropical, y la presencia permanente del vector en la región e incluso el país, hacen que esa campaña se vuelva un «clásico» cada inicio de primavera.
Una y otra vez, las autoridades deben salir a los medios a recordarnos la existencia de la enfermedad del dengue en países vecinos y del mosquito que lo trasmite en el nuestro. Y después de ya varias temporadas y algunos sustos, no debería ser necesario. Sin embargo, es preciso señalar una vez más que el mosquito aedes aegypti requiere condiciones específicas para su crecimiento y que el comportamiento humano provee el hábitat para los criaderos del mosquito.
Un estudio divulgado recientemente por el Ministerio de Salud Pública indica que la población continúa creyendo que el riesgo del dengue en nuestro país es un mal menor del cual deben ocuparse las autoridades y, por otra parte, sigue siendo difícil que la población entienda que debe limpiar los predios que contienen recipientes con agua. Las autoridades de la salud dijeron que los uruguayos deben aceptar que el mosquito transmisor del dengue llegó al país y permanecerá en el territorio por mucho tiempo más, por lo que no debería ser necesario lanzar una nueva campaña de prevención en cada cambio de estación. Y tienen razón. Ya deberíamos habernos acostumbrado a adoptar durante todo el año hábitos que impidan el desarrollo del mosquito transmisor del dengue. Sin embargo, eso no ocurre a pesar que lo único que hay que hacer es evitar la acumulación de agua en objetos de paredes rígidas que pueda haber a la intemperie en nuestra casa. Es ilógico y totalmente irresponsable que como ciudadanos arriesguemos nuestra propia salud y la de los vecinos por no dar vuelta o tirar nuestros trastos viejos.