Paysandú, Domingo 05 de Octubre de 2008
Locales | 28 Sep Empresarios salteños que se han volcado a la actividad del cabotaje fluvial, han redoblado su apuesta al departamento de Paysandú por su potencial de cargas, y han incorporado una barcaza para operar en forma conjunta con el barco «Amambay», prácticamente triplicando la capacidad de carga original, destacó a EL TELEGRAFO Ruben Silva, dirctor de la empresa Gibamar S. A.
Ayer arribó al puerto sanducero el «Amambay», en lastre, junto a la barcaza TNN 1166, para en conjunto ofrecer una capacidad de carga de dos mil toneladas, lo que permite abaratar sustancialmente los costos operativos, precisó el entrevistado, quien señaló que las embarcaciones son sometidas a inspecciones de rigor por el Banco de Seguros del Estado y que se eligió hacerlo en Paysandú.
Cuando faltan prácticamente dos meses para levantar la cosecha de granos de invierno, la posibilidad del transporte fluvial de esta producción es un elemento fundamental en el plan de negocios de los empresarios, que igualmente tienen expectativas puestas en cargar mercaderías por la hidrovía Paraguay-Paraná, en enlace con el río Uruguay.
Silva precisó que también está en contactos con Ancap por una posible exportación de cemento portland hacia Asunción del Paraguay, lo que se esperaba pudiera estar ya definido, pero todavía continúan las conversaciones. Explicó que «hemos incorporado la barcaza TNN 1166 para ampliar nuestra bodega y tener una mayor capacidad de carga. A veces se mueve mucho el tema del grano y las 600 toneladas que carga la Amambay no siempre resultan suficientes por lo que estamos ampliando nuestro ofrecimiento de servicios».
«Ahora, como la trajimos de la margen argentina, teníamos que hacer una inspección del seguro del casco, porque son las condiciones que se exigen para navegar. Creemos que el mejor lugar era Paysandú, porque estamos cerca al haberla levantado en Concepción del Uruguay», sostuvo. La barcaza tiene 60 metros de eslora, 11 de manga y 3,2 de puntal, con una capacidad de carga de 1.500 toneladas, dependiendo del producto, la que se agrega a las 600 toneladas del barco, lo que significa una capacidad de viaje del orden de las dos mil toneladas, explicó el empresario.
Señaló que la barcaza es transportada por el barco, amarrada a un costado, lo que es posible por la zona de navegación que se utiliza, es decir el río Uruguay y en el futuro el río Paraná.
Exigencia
En cuanto a la operativa por el Paraná, sobre todo, se mantienen las dificultades por la exigencia de la contratación de prácticos, que insumen alto costo, «pero hay una gestión bien encaminada, una propuesta firme para que podamos finalmente ir al Paraná con baqueanos o con un patrón uruguayo. Hay una nueva reu-nión de autoridades y parece que puede haber algunos cambios», explicó Silva.
«Mientras tanto, llevamos la barcaza amadrinada o, como se dice, acoderada, lo que nos permite maniobrar mejor, por cuanto llevarla de tiro significa ocupar los 57 metros de la nave, más 50 metros de cabo más 60 metros de la barcaza, y eso nos lleva un convoy de doscientos metros», subrayó.
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