Locales | 28 Sep En la Junta Departamental, la edila de la lista 1 del Partido Colorado Nilda Belvisi, expuso sobre la «cultura postergada», calificación que justificó porque a su entender es así «en lo que respecta a inversiones en infraestructura y tecnología. Las inversiones son escasas y frecuentemente pospuestas, como si destinar dinero a la cultura constituyera un lujo. Sin advertirse que su retorno social resulta significativo para el desarrollo de cualquier comunidad».
Recordó que «el alto valor patrimonial del Teatro Florencio Sánchez, que permanecía en manos privadas sin mantenimiento alguno, constituyó –décadas atrás- un objetivo irrenunciable incorporarlo al patrimonio de la Intendencia, ante la posibilidad de que su deterioro amenazara con perderlo definitivamente. El Ejecutivo Departamental planteó el hecho al MEC y en esfuerzo aunado se realizó una inversión conjunta de más de U$S 500.000, lo que permitió pasarlo a propiedad del municipio».
Citó el deterioro actual del Teatro Florencio Sánchez concluyendo que los recursos prometidos por el MEC «indudablemente no serán suficientes ante el deterioro implacable que sufre y que al pasar el tiempo se acrecienta. En el mismo sentido la Dirección de Cultura muestra un deterioro notorio, fundamentalmente en su estructura edilicia exterior», agregando el Monumento a Perpetuidad dañado por vándalos pero también «por la acción inexorable del tiempo. No podemos permanecer indiferentes ante el descuido de nuestras riquezas patrimoniales culturales».
nueva tecnologÍa
Belvisi entiende que «sería importante aplicar la nueva tecnología para ampliar las posibilidades de inclusión de todos al disfrute de la cultura y reconocemos que algo se ha hecho con la creación de los centros MEC. Por ejemplo, la digitalización de la Biblioteca ‘José Pedro Varela’. Miles de sanduceros usan Internet, pero sin embargo no pueden consultar libros on line de las bibliotecas de Paysandú. En general hay una carencia informática en ellas y es la digitalización que traería aparejado muchos beneficios –incluido el económico- puesto que un libro digital es mucho más barato que la versión impresa. Así sería posible democratizar la información para que llegue a todos los sectores sociales, difundiendo la lectura y, como consecuencia, profundizando la cultura. Introducir plataformas tecnológicas en las bibliotecas no implica sacar de circulación los libros y la propuesta entonces no es sustituir, sino complementar».
«Según el director de la Biblioteca Nacional, Tomás De Mattos, ‘una de las necesidades de las bibliotecas refiere a la ausencia de un manejo digitalizado de la información sobre los tipos de libros y diferentes escritores. Tales datos, por ejemplo, no están registrados en catálogos electrónicos e impiden consultar, ni siquiera dentro mismo de las bibliotecas, los materiales disponibles como diarios, revistas o libros’».
«La digitalización de la Biblioteca ‘José Pedro Varela’ –sostuvo Belvisi- habilitaría a incrementar el uso de esos bienes y por consiguiente, ayudaría a la formación de recursos humanos, hoy imprescindibles para el desarrollo».