Locales | 29 Sep En reciente intervención en la Junta Departamental el edil nacionalista Beder Mendieta propuso que se hagan los contactos políticos pertinentes para que los legisladores por Paysandú «estudien la posibilidad de brindar cobertura o póliza de seguros que cubra la contingencia de accidentes de los jinetes». Refirió incluso al Día del Jinete Oriental, el 15 de setiembre, homenaje propuesto en la Cámara de Diputados por el representante de Flores, Ricardo Berois Quinteros, afirmando hablar «con conocimiento de causa, ya que nací y me crié en el medio rural, donde las tareas ejecutadas por el hombre de campo llenaban el entorno. Epocas en que el caballo y el hombre conformaban una indisoluble simbiosis. Luego, por muchos años, actué como dirigente del Club Social y Deportivo Obreros Unidos, donde promovimos y organizamos las renombradas ‘Criollas del Obrero’, fiesta popular que reunía en Guichón a los cultores de la jineteada de Uruguay y Argentina. A través de ella –añadió Mendieta- conocimos y aprendimos a estimar el sacrificio del jinete, paisano que arriesga su físico deportivamente, sin medir riesgos ni calcular réditos. No hay seguros para esa gente y tendría que haberlo cuanto antes. También aprendimos que la práctica criolla superó barreras, razas y culturas. Hoy patrones y peones compiten en aguantar los ‘amacones’ del potro y también en lucir sus pilchas criollas, rastras, botas de potro y corraleras. Sombreros panza de burro y facón ‘tapado’ de plata y oro adosado a la cintura. El buen apero a su caballo, las boleadoras, el poncho y la vincha, el mate y la guitarra, porque el amor a la tradición los ha unido. Todos son criollos enamorados del deporte nacional, las jineteadas», expresó entre otros laudatorios conceptos para quienes montan en las distintas variantes existentes en el campo oriental.