Opinion | 09 Oct Durante un desayuno de trabajo en el que se analizó el aporte de las tecnologías de información y comunicación a la industria uruguaya, el ministro Daniel Martínez dijo que «son herramientas que cumplen un papel determinante en la industria» aunque admitió que «en nuestro país se desconocen las potencialidades y la competitividad que generan».
Y algo de eso hay. En Uruguay operan 350 empresas de TI que emplean a más de 10.000 personas pero el sector padece problemas de crecimiento: le falta personal capacitado.
En setiembre la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti) inició la campaña «Hacé click! Pensá en TI», un nuevo ciclo de charlas dirigidas a estudiantes de bachillerato de todo el país, con el objetivo de concientizar a los jóvenes acerca de las posibilidades que brinda el sector, así como también informar sobre las distintas opciones de estudio.
Durante el año 2007, esta cámara llevó a cabo una campaña similar en liceos de Montevideo, que funcionó como punto de partida para trabajar hacia la reducción de la brecha que existe entre la oferta y demanda de recursos humanos en este sector.
Este año, las charlas continuarán hasta diciembre en liceos públicos y privados de todo el país. Los jóvenes recibirán además una publicación que funcionará como material de apoyo y les permitirá conocer qué son las tecnologías de la información, cuáles son las dimensiones de la industria TI de Uruguay, quiénes trabajan en ella, qué cursos y carreras hay disponibles, etc.
Todo este despliegue tiene una sola explicación: las tics son en Uruguay un sector con un gran potencial de desarrollo, las empresas uruguayas exportan más software que las de cualquier otro país de América Latina pero para crecer es necesario contar con los recursos humanos suficientes. Se trata de un sector con desocupación cero en el cual el principal problema es encontrar trabajadores.
Según la Cuti, dos de cada diez personas ocupadas en empresas de tecnología son ingenieros, mientras que cuatro de cada diez son técnicos y profesionales no informáticos «reciclados» hacia lo tecnológico. El dato es interesante y señala la oportunidad laboral que ofrece el sector, algo de lo cual los jóvenes uruguayos parecen no haberse enterado aún.
El esfuerzo que está haciendo el sector privado para promover esa oportunidad entre los jóvenes es importante pero debería ser acompañado más activamente desde lo público, fundamen- talmente con un papel más activo de los centros educativos sobre las oportunidades de estudio y laborales que existen, información de la cual generalmente carecen sus alumnos y es muy necesaria.