Paysandú, Miércoles 15 de Octubre de 2008

Brincadeiras Políticas

Nacionales | 11 Oct Encerrarlos sería «aberrante»
Para obtener opiniones diferenes respecto a la minoridad infractora, lo más recomendable es, sin dudas, remitirse al ámbito político. Mientras desde varios sectores de la oposición se insiste en que bajar la edad de imputabilidad sería una solución, el oficialismo (excepto el caso puntual de Tabaré Vázquez) se mantiene firme respecto a lo inconveniente de la estrategia. Ayer, sorpresivamente, un representante del Partido Nacional, el ex ministro del Interior Juan Andrés Ramírez, opinó que bajar la edad de imputabilidad sería «aberrante».
Según «El País», en el transcurso de un acto en el Palacio Legislativo, Ramírez se opuso a un proyecto del Herrerismo que pretende aumentar a 30 años la pena máxima para violadores. «Sería la partida de defunción para la mujer violada. Tendría la misma pena violar que matar», opinó. Asimismo, dijo que resulta «fácil» solicitar «más penas» para los jóvenes con el cometido de «lograr seguridad». «Es una aberración escandalosa aplicar el Código Penal a gente de 14 años. Es una reacción irracional de la sociedad», dijo y opinó que la adolescencia «se retrasó» y los jóvenes no son más maduros.
«¿Dónde los meto? Si los integro a establecimientos carcelarios para mayores, es doble aberración. Tampoco podemos hacer cárceles para jóvenes, cuando apenas podemos mantener la Colonia Berro», añadió. Dijo que pretender aplicar el rigor del sistema penal a los menores es una «grave hipocresía», ya que simultáneamente se aprobó una ley que «prohíbe el sopapo en el ámbito doméstico».
Hagan fila...
Mientras Danilo Astori y Luis Alberto Lacalle se desafían públicamente a debatir sobre cómo conducir al país, desde Madrid, el sendador Jorge Larrañaga advierte que no es momento para debates y que el mejor momento será después de las elecciones internas, en tanto los díderes de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry y de Batllismo Siglo XXI, José Amorín, se manifestaron dispuestos a protagonizar un intercambio.
«No quiero discutir en clave de pasado, como hace el Frente Amplio, ni sobre el gobierno nacionalista que fue electo en 1989, hace veinte años. Yo quiero ser presidente de 2009», dijo el líder de Alianza Nacional a «El País».
Agregó que Astori debería debatir con Mujica respecto a «qué proyecto de izquierda va a tener el Frente Amplio», al tiempo que lo convocó a explicarle a la gente el significado de la reforma tributaria. Quien no tiene problemas en protagonizar un debate con Danilo Astori es el colorado Pedro Bordaberry. «Cuando vi que Astori invitaba a Lacalle a un debate, me dije: invitame a mí», reveló. El colorado entiende que los debates son «necesarios», dado que contribuyen a que la gente pueda tomar sus propias decisiones. «Hay mucho para hablar con Astori. Sería bueno que se hablara en un debate para que la gente tomara su decisión», añadió.
El precandidato por el sector Batllismo Siglo XXI, el diputado José Amorín, dijo que aceptaría la invitación «con mucho gusto». «Tendría que haber debates porque me parece un mecanismo enriquecedor para la población», opinó.
El más fácil
Mientras tanto, el sector de Jorge Larrañaga señala que la intención del Frente Amplio es polarizar el debate con el Herrerismo, por entender que Luis Alberto Lacalle es un rival más fácil de vencer que el ex presidente del directorio blanco. El senador Eber Da Rosa dijo a «El Observador» que la izquierda uruguaya ha perdido uniformidad y prefiere enfrentar a Lacalle por considerarlo como un oponente más accesible.
«Algunos de ellos (los frenteamplistas) han reconocido que el Herrerismo es más fácil de ser derrotado. Saben que ganarle a Larrañaga es más difícil y entonces quieren que la gente vea las cosas en blanco y negro, y no se fije en los matices. Es una de las estrategias que utilizan para tratar de anular a Larrañaga», advirtió Da Rosa. No obstante, el socialista Roberto Conde insistió en que «sigue habiendo dos proyectos de país bien definidos: el de la izquierda y el del Herrerismo».
¿Candidato yo?
Los tiempos cambian y a las palabras se las lleva el viento. Desde que asumió como ministro de Ganadería, el líder del MPP José Mujica, aprovechó cada oportunidad para autoexcluirse de la posiblidad de candidatearse, pero luego, conforme pasaron los meses y los años fue considerando la posibilidad y ahora pelea como un león por un lugar en la fórmula. Detrás de los rostros distendidos de su última reunión con Danilo Astori, se esconde una interna que promete no solucionarse en el próximo congreso de la coalición.
«El Observador» reprodujo algunos párrafos redactados por el propio Mujica en el órgano de prensa del Movimiento de Participación Popular («Participando»), donde asegura que su posible candidatura es cuestión de circunstancias difíciles de controlar.
«Cualquier fórmula que no nos incluyera a los dos sería un tanto retaceada, menguaría la fuerza del conjunto. No es que no existan otros compañeros, pero estas cuestiones de candidaturas no se logran de un día para otro», afirmó.


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