Nacionales | 14 Oct Elección de «guante negro»
El último Congreso del Partido Comunista tuvo de todo. Por un lado, algunos de sus principales dirigentes dijeron haber advertido sobre los peligros de una crisis financiera y lamentaron que otros sectores de la izquierda no hayan previsto una situación de esta naturaleza. Por otro, ratificaron su posición contraria a la celebración de elecciones internas para definir la fórmula presidencial de la coalición, ya que —según informó «El País»— esta podría ser «de guante negro».
Los comunistas, cuyos delegados representan un tercio de las voluntades en el Congreso del Frente Amplio, insisten en que sea precisamente este el ámbito donde se diluciden las candidaturas, dado que así «lo marcan la historia y las estructuras democráticas del Frente. Rechazamos una campaña electoral que puede ser de guante blanco por arriba, pero negro por abajo. Y nos hace perder cuatro o cinco meses que bien podemos usar todos juntos, con los candidatos oficialmente designados, para salir a recorrer el país mucho antes que el resto de los partidos», dijo el secretario general del PCU, Eduardo Lorier. El documento emitido por el Congreso señala que el principal objetivo es «conquistar nuevamente el gobierno en primera vuelta y con mayor votación», porque un retorno de «la derecha» significaría un «retroceso mayúsculo».
Un político de la calle
El hombre se tomó en serio aquello de hacer política «cerca de la gente» y, como es su costumbre, salió a dar un paseo por la ciudad de Las Piedras, se entrevistó con varios vecinos, hizo compras y, claro está, efectuó algo de proselitismo. Nos referimos al ex presidente de la República y líder de Unidad Nacional, Luis Alberto Lacalle, quien durante una breve visita a la ciudad «canaria» aprovechó para comprar algunos ajos y un sabroso jamón casero, además de solicitarle presupuesto a un fabricante de redes y mallas.
«Mi madre fue blanca toda la vida», le comentó una señora que esperó largo rato para entrevistarse con el precandidato, en tanto otra —muy dolorida por haber perdido un hijo a causa de una infección intrahospitalaria— le pidió que «en vez de hacer política» se investigue sobre el origen de estas enfermedades.
Luego de la recorrida, un satisfecho Lacalle comentó que solo en este país «un ex presidente puede caminar por la calle y ser tan respetado», en tanto comentó que el «cariño, esperanza y pedidos» de que siga adelante oficiaron como aliciente «para irse con las pilas cargadas».
¡Témpano a la vista!
El percandidato colorado y líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, lanzó un apocalíptico anuncio respecto al futuro económico del país ante la crisis financiera internacional. Según su opinión Uruguay, al igual que el Titanic, navega ciegamente hacia un iceberg sin que a nadie se le ocurra dar un golpe de timón. «En el Uruguay parece que estamos en la cubierta del Titanic, sentados escuchando a los músicos y nadie dice... che, hay un iceberg adelante», dijo a «El Observador». También opinó que el gobierno «debe reconocer que hay una posibilidad real de crisis y que nos va a impactar», al tiempo que advirtió sobre «una reducción del crecimiento para el año que viene».
En otro segmento aseguró que «es peor no informar y decir que no pasa nada», mientras «los diarios anuncian lo que está pasando en el mundo».
«El pánico se crea cuando uno dice: ‘¿ché, qué está haciendo Uruguay?’», agregó.
El precandidato le planteará al gobierno que suspenda el gasto votado en la Rendición de Cuentas, así como la necesidad de crear un comité de crisis para monitorear la situación, ya que «si Brasil devalúa, Uruguay tiene que devaluar y si Argentina devalúa, Uruguay tiene que devaluar».
No digan que «no pasa nada»
Otro que criticó la supuesta pasividad del gobierno uruguayo ante la crisis internacional fue el ex presidente de la República, Jorge Batlle. Durante su alocución semanal en radio «Oriental», dijo que mientras un «tsunami» financiero arrasa el planeta, en nuestro país se insiste en decir que «acá no pasa nada». Batlle responsabilizó directamente al ex ministro Danilo Astori por la falta de previsión (aunque siempre se refirió a él como ministro) y enumeró los efectos de la crisis en diferentes países del mundo. «Todo esto ocurre alrededor de todos nosotros, pero aquí en el Uruguay, según el ministro Astori, no pasa nada», afirmó.
Dijo que en el mundo «se incendia todo, hay un terremoto de terror, tsunamis por todos lados, pero el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, sale enojado a desafiar con soberbia, a decir que aquí no pasa absolutamente nada. El Uruguay se mira el ombligo y el gobierno frenteamplista dice que aquí no pasa nada», insistió. Más adelante aumentó el tenor de sus críticas hacia el líder de Asamblea Uruguay, a quien acusó de no mirar alrededor de sí mismo e ignorar la situación que atraviesa el campo.
«Este no es momento para que el gobierno diga que aquí no pasa nada, que Uruguay está ajeno a toda esta situación», afirmó.