Locales | 18 Oct El edil mocionante de esta sesión de homenaje del cincuentenario de la Ley Orgánica de la Universidad de la República, Luis Lopardo, habló en nombre de la bancada frenteamplista. Dijo que en 1958 «la figura de la autonomía, del cogobierno, empezó a sonar fuerte en la sociedad uruguaya como una necesidad imperiosa que permitiera a la vieja universidad estatal romper los moldes clásicos de su actuación y ponerla al frente de los nuevos roles que la sociedad le demandaba».
Sostuvo que ello permitió «el cogobierno como base de la autonomía universitaria que pusiera a resguardo de cualquier avatar político las pautas de funcionamiento de la alta casa de estudios. Que fuera capaz de llevar adelante el nuevo rol de la universidad, trazada en la ley orgánica, la investigación en todos los campos en la ciencia, lo social y productivo, la asistencia técnica allí donde fuera necesaria, la extensión universitaria como razón de ser de los nuevos tiempos y el compromiso de acompañar el desarrollo de la nación en todos los campos del quehacer humano».
la opiniÓn nacionalista
La bancada nacionalista fue representada en la oratoria de la edila Patricia Vásquez Varela, citando la evaluación profesional realizada en agosto pasado de que «la Ley Orgánica de 1958 significó un aporte fundamental en la evolución de la Universidad de la República. Incorporó principios, conceptos, herramientas e instrumentos para llevar a la práctica sus fines».
Más adelante afirmó que «fue la conclusión lógica de un extenso proceso: la autonomía era un hecho y la participación estudiantil era una práctica avalada de manera diferente en cada Facultad».
«La aprobación de la Ley Orgánica logró regular el funcionamiento mediante un solo cuerpo de normas y terminar con una estructura federativa que, según sus precursores, obstaculizaba el desarrollo institucional».
profundo sentido
democrÁtico
Al hablar en nombre de la bancada del Partido Colorado, la edila Nilda Belvisi, sostuvo que la Ley Orgánica de la Universidad «tuvo como base la justicia social y la solidaridad humana, siendo inspirada por un profundo sentido democrático». Asimismo, dijo que su reforma al futuro «también constituirá un gran desafío para la Universidad de la República, que con el fruto de su experiencia realice los cambios necesarios para la reestructura de la educación, acorde a los tiempos que corren, concrete la universalidad de la enseñanza terciaria donde la tecnología y el conocimiento puedan ser los instrumentos que habiliten el desarrollo». Añadió que «la descentralización universitaria continúa siendo un tema a profundizar e ineludiblemente se tendrá que tener en cuenta la perspectiva y las necesidades del Interior del país, para hacerla realidad. Urge que el Interior sea incluido efectivamente en el nuevo proyecto de la Universidad».