Rector arocena

Locales | 18 Oct En la sesión especial de ayer, el rector de la Universidad de la República, doctor Carlos Arocena, reafirmó conceptos vinculados a la necesidad de transformación de la alta casa de estudios, aunque reclamó la participación de la sociedad –acorde al estilo latinoamericano universitario- para dilucidar el problema de la democratización del conocimiento.
Brevemente historió el proceso de pluralidad que llevó a su creación, citando a Dámaso Larrañaga que en 1833 con la ley primogénita priorizó la creación de cátedras antes de hablar de universidad, a Manuel Oribe que en 1838 firmó el primer decreto y a Joaquín Suárez, que la concretó el 18 de junio de 1849, estando el país en plena guerra.
A pesar de afirmar que «la historia de ochocientos años demuestra que las universidades no son nada fáciles de cambiar», dijo el rector Arocena que «las universidades del siglo XXI tienen que ser instituciones muy diferentes de lo han sido tradicionalmente. En la mayor parte del mundo hoy las universidades son instituciones para minorías, cuyo del conocimiento se orienta –fundamentalmente- a atender las necesidades de esas minorías. Ese es el gran desafío que tiene una universidad como la nuestra, inspirado por el ideal latinoamericano de compromiso con la sociedad». Pensando en transformar a la Universidad de la República para colaborar en la democratización del conocimiento, «en esa perspectiva tenemos claro cuál es una de las tareas absolutamente centrales, definitorias de esa reforma: se trata de contribuir a que cada vez más la mayoría de los uruguayos y uruguayas puedan acceder a una enseñanza de nivel terciario, de calidad, continuada a lo largo de la vida entera».
«Vinculada con el trabajo, el ejercicio de la ciudadanía, el acceso a la diversidad de la cultura y la realización personal, vinculada con la mejora de la calidad de vida colectiva». Más adelante, el rector Arocena comprometió el apoyo decidido de la Universidad de la República a los planes nacionales de enseñanza terciaria, sin reclamar su fiscalización. También sugirió un sistema consultivo regional, como existe desde hace varios años a nivel nacional.
Desarrollo sobre
bases reales
La directora del Centro Universitario, ingeniera agrónoma Margarita Heinzen, realizó un repaso de la realidad universitaria actual en Paysandú con 17 formaciones completas de grado y 6 tramos de carreras, en lo que se mueven 1.200 estudiantes y un cuerpo de 150 docentes radicados en Paysandú. Realidad a partir de la cual se aborda un programa regional, «haciendo pie en lo que consideramos que son nuestras fortalezas académicas y lo que es pertinente para la región». En ese sentido citó los polos agroalimentario y agroindustrial, así como el sociosanitario con un fuerte perfil comunitario con un eje articulador que los atraviesa.
«Esta me pareció una buena oportunidad para hacer ‘caja de resonancia’ de nuestra propuesta de desarrollo», de un programa regional «en el que tenemos un destino común con el otro emplazamiento universitario a ciento veinte kilómetros de acá (Regional Norte de Salto). Creo que es fundamental la complementación con las universidades de Entre Ríos y si miramos el mapa se forma un rectángulo casi perfecto entre cuatro emplazamientos universitarios importantes: en Concordia, Salto, Paysandú y Concepción del Uruguay, con distinto perfil y potencialidades. ¿Por qué no pensar para un futuro de esta región en un corredor binacional académico, donde los muchachos puedan transitar libremente entre las cuatro sedes?».