EN PUNTOS CÉNTRICOS Y A PLENA LUZ DEL DÍA

Policiales | 19 Oct Tres individuos –dos de ellos poseedores de antecedentes penales—fueron procesados por la Justicia Penal en las últimas horas por practicar actos obscenos en vía pública, en distintos puntos céntricos de la ciudad, en tres procedimientos distintos efectuados por funcionarios de la Brigada de Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera y efectivos de la Seccional Segunda.
El primero de los procesados fue un individuo de iniciales R.O.C.P., de 47 años, apodado «El Caballo», quien se desempeñaba como vendedor de diarios en la zona de plaza Constitución, por practicar actos obscenos en presencia de menores, al culminar un procedimiento de la División de Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera.
Ese procedimiento comenzó en la mañana del 4 de junio cuando en esa dependencia policial se presentó un hombre de 50 años para denunciar que desde tiempo atrás, un vendedor de diarios al que conoce como «El Caballo» suele dirigir palabras obscenas a sus hija, de 15 años, cuando ésta cruza plaza Constitución. Añadió que, ese día, su hija transitaba junto a una amiga cuando nuevamente el mismo individuo volvió a proferir obscenidades, pero, al notar que las jóvenes no le prestaban atención, se colocó detrás de un árbol y comenzó a practicar actos obscenos, exhibiendo sus genitales. El denunciado fue identificado como R.O.C.P., quien fue citado al día siguiente a la comisaría. Indagado, negó las imputaciones vertidas en su contra, quedando en libertad por resolución judicial.
No obstante, el 10 del presente mes se presentó por la tarde en la misma comisaría una persona de 35 años para denunciar que en horas de la mañana su hija de cuatro años se encontraba en la parada de ómnibus de Zorrilla de San Martín y Montevideo cuando un individuo apodado «El Caballo» intentó manosearla. En consecuencia, próximo a la 17 del miércoles, fue conducido detenido desde Avenida Roldán y Calle Nº 32 R.O.C.P., alias «El Caballo», quien, indagado, declaró que «las mujeres están divinas y son ellas» las que lo buscan y lo «invitan a pasear», pero que él solo se limitaba «a tocarlas».
La Justicia dispuso el procesamiento sin prisión del detenido por ultraje público al pudor, ordenando como medida de seguridad curativa su internación en sala de siquiatría del Hospital Escuela del Litoral.
En plaza artigas
El segundo de los individuos procesado fue el conocido delincuente Arnold Didier Laenen Coria, de 26 años, poseedor de múltiples antecedentes penales, quien fuera procesado consecutivamente sin prisión el pasado mes en dos ocasiones al intentar eludir un control vehicular y hallarse luego, en el automóvil requisado en esa oportunidad, varios efectos hurtados.
En esta oportunidad, Laenen Coria fue acusado por una joven de 22 años, quien dijo que caminaba por Florida, a la altura de plaza Artigas, cuando un motociclista detuvo la marcha, descendió e intentó manosearla. Para defenderse, ella le propinó un empujón, pero el individuo la agredió a puntapiés y golpes de puño, emprendiendo luego la fuga.
Examinada la damnificada, presentó eritema en malar izquierdo. Averiguaciones practicadas por la Policía entre testigos permitieron establecer que el agresor era Laenen Coria, por lo que al día siguiente se practicó un allanamiento y se lo condujo detenido. En conocimiento, la Justicia dispuso el procesamiento con prisión de Laenen Coria por un delito de atentado violento al pudor.
CUIDADOR DE MOTOS
Finalmente, otro procedimiento efectuado por personal de la Brigada de Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera permitió procesar con prisión a Franklin Armelio Maidana, de 57 años, quien se desempeñaba como cuidador de motos en un estacionamiento de 19 de Abril y Florida. Una motociclista que se aprestaba a dejar su rodado en ese estacionamiento sorprendió al cuidador de motos practicando actos obscenos, y alertó de ello a la Policía.
En respuesta, concurrió personal de la citada Brigada y detuvo al citado individuo. Interrogado en la comisaría, declaró que hace unos nueves meses cuida motos en ese estacionamiento y que, como lo hace semanalmente, se encontraba desempeñando esa tarea cuando comenzó a observar lascivamente a mujeres con pantalones ajustados. Como en ocasiones anteriores, se colocó contra la pared y, cubriendo sus genitales con un periódico, comenzó a practicar actos obscenos. La Justicia dispuso el procesamiento con prisión del detenido por un delito de ultraje público al pudor.