ACTIVA PARTICIPACIÓN

Locales | 19 Oct Más de cincuenta vecinos participaron con autoridades municipales en una discutida reunión en el salón comunal de San Félix, donde se reclaman soluciones para al menos ocho familias que viven en los studs del hipódromo en condiciones infrahumanas, y que fueron desalojadas judicialmente por gestión de la administración del centro deportivo.
El problema, que «viene desde hace más de 10 años», según dijo a EL TELEGRAFO una de las asambleístas, tiene varias aristas. Por un lado, está la situación de emergencia en que viven estos sanduceros trabajadores del hipódromo, «con los caballos como vecinos, en un ambiente contaminado por el orín y la tierra»; por otro lado la existencia de terrenos propiedad de la Intendencia, uno lindero al centro comunal, donde hay una cancha de fútbol, y otro de unas dos hectáreas, donado por un señor Bulanti hace años para la construcción de un parque.
Y la polémica central, sobre el realojo de cuatro familias del barrio La Chapita en parte de ese terreno, en el marco de un préstamo del Fondo del Mercosur.
QUE NO MUDEN
A LOS VECINOS
«Que se les de casa a los vecinos del hipódromo, y a los de La Chapita se los reubique en otro lugar», fue el resumen de los asambleístas en busca de una solución para sus convecinos, quienes aclararon que «no es una guerra con el otro barrio, sino que queremos soluciones para quienes están acá desde hace años».
El intendente Julio Pintos, acompañado de Adriana Imperial y Marco García y asesorado por el arquitecto Miguel Laviano, escuchó las ponencias de los vecinos y dio sus explicaciones durante las dos horas que duró la reunión, en la cual participaron también ediles, entre ellos Hugo Bianchi, del Partido Colorado y Gustavo Silva, del Partido Nacional, quienes formularon asimismo propuestas.
También el Ministerio de Desarrollo Social estaba representado por uno de sus coordinadores, Ricardo Damico.
La situación de los vecinos con problemas habitacionales fue reconocida por el gobierno departamental, pero el problema se da por la decisión de construir viviendas en San Félix para realojados de La Chapita, cuando en ese mismo barrio hay quienes también necesitan –cedulón de desalojo mediante- una solución.
«Ustedes nos enseñaron a participar y reclamar, es nuestro derecho y por eso es el reclamo», dijo vivamente una de las asistentes a la asamblea.
Planteadas las opiniones de los vecinos, algunos con sugerencias concretas como construir las viviendas con la mano de obra de los propios vecinos, para abaratar costos, la propuesta municipal vino directamente de Julio Pintos.
DARÁN PRIORIDAD
A DESALOJADOS
El intendente planteó tres aspectos como sustanciales y de urgente consideración para la comuna: dar prioridad de vivienda a las ocho familias con desalojos pendientes y buscar otros terrenos municipales; ver con un agrimensor la manera en que el terreno es divisible y si es pasible de inundarse, cómo se maneja el sangrador que lo atraviesa, y hacer las viviendas, para lo que comprometió el apoyo de una canasta de materiales –de unos mil dólares de costo- para cada familia, «pero hay que conseguir otros recursos para hacer las viviendas», dijo Pintos.
Sin embargo, la aparentemente indeclinable posición de trasladar las cuatro familias de La Chapita a San Félix, fue razón para que cerca de las 16 y 30 parte de los asistentes, alrededor de una decena, se retirara de la asamblea, aunque la mayoría reingresó rato después.
La asamblea, que tuvo una activa participación de los vecinos, culminó con una especie de cuarto intermedio por quince días, durante los cuales la comuna buscará las soluciones que considere viables, luego de los informes técnicos correspondientes, y presentará una propuesta.