Locales | 20 Oct Es un clásico representante de los automóviles utilitarios de comienzos de la segunda parte del siglo pasado.
Compacto, de motor resistente, chasis fuerte y sumamente económico en el consumo de combustible.
Nació poco tiempo después que culminara la Segunda Guerra mundial, destinado a cubrir las necesidades de entonces, cuando la economía inglesa en particular, y la mundial en general, estaban en crisis.
A principios de los años ‘50 fueron muchos los Morris que llegaron a nuestro país, motivo por el cual es posible apreciar, también en el tránsito de Paysandú, varias unidades de esa marca y modelo.
Este que encontramos una de estas soleadas mañana, está bien conservado, pintado de su original color negro.
En el frontal destaca su parrilla de barras horizontales cromadas, más ancha abajo que arriba. Y en el capó triangular, la insignia de la marca.
Tiene los faros en los extremos de los guardabarros, el parabrisas dividido en dos y diseño de líneas redondeadas de acuerdo al estilo de aquellos años.
Este 4 puertas, visto de perfil muestra una línea descendente —con ventiletes en las dos puertas traseras— que se corta bruscamente para dar lugar al baúl porta equipajes.
Un auto de buen andar, cómodo y rendidor que ha probado su fortaleza transitando por unas cuantas décadas.
Esta unidad pertenece a Mario Lobato, que lo tiene en su poder desde hace unos tres meses, y lo recibió tal como está ahora.
APUNTES TéCNICOS
Motor: de 4 cilindros que eroga 23 HP.
Caja de cambios: de 4 marchas y reversa.
Embrague: monodisco.
Frenos: hidráulicos.
Suspensión: con elásticos y amortiguadores.
Dirección: a sinfín y sector.