MIGUEL FRASCHINI, DE LA ASOCIACIÓN DE GENERADORES

Locales | 27 Oct Para el presidente de la Asociación de Grandes Consumidores y Generadores de Electricidad, el sanducero Miguel Fraschini, el Poder Ejecutivo y más precisamente UTE están instrumentando en forma excesivamente lenta la incorporación de generación de electricidad a través de fuentes renovables. Ejemplo de eso es la licitación en curso, que es un cupo pendiente de hace más de dos años y que resulta absolutamente insuficiente.
A juicio del empresario deberían llevar adelante una política más ágil y ambiciosa, que estimule la inversión, y abrir licitaciones que permitan ir cubriendo en un plazo razonable el déficit de generación con recursos nacionales y renovables.
«La licitación por 24 megavatios a la que ahora está convocando UTE es la misma del año 2006, la misma licitación de siempre, que era de 60 megavatios, de los que fueron adjudicados 36 a fines de 2006 y principios de 2007. Y este año UTE lanzó la segunda ronda para adjudicar los 24 megavatios que habían quedado pendientes», explicó.
«Estamos ante un proceso absolutamente lento. Entendemos que el país necesita licitar por lo menos 60 a 70 megavatios todos los años, porque ese es el crecimiento vegetativo del sistema», apuntó Fraschini.
Amplió que «además tiene que recuperarse del atraso que ha venido verificándose en la inversión en generación. La última fuente de generación significativa en Uruguay son las represas de Salto Grande y de Palmar, y después de esa fecha se ha hecho poco y nada».
Menos restricciones
Acotó Fraschini que «a nuestro juicio el gobierno debería ser más dinámico y enérgico en abrir licitaciones de mayor porte, con menos límites de potencia y menos restricciones para que realmente tengamos una inversión fuerte».
Consultado sobre cómo se presenta el mercado para los inversores que aspiren a instalarse con proyectos de generación, evaluó que «le falta articular la apertura del mercado. Debe tenerse presente que por un lado tenemos la necesidad de energía, lo cual está demostrado en la astronómica cuenta que tuvimos este año. El país está gastando en 2008 aproximadamente 800 millones de dólares en hidrocarburos con destino a la energía, es decir quemados en las centrales térmicas, y esa es una cifra que desbalancea las cuentas públicas, porque estas erogaciones no estaban en los planes». «Por lo tanto tenemos por un lado la necesidad, un astronómico precio que paga el país por no tener una generación alternativa, y por otro lado tenemos a privados deseosos de participar en inversiones, por lo menos hasta hace un mes, antes de que se desatara esta crisis de los mercados internacionales», amplió. «Esto quedó demostrado en el hecho de que cuando UTE licitó los 24 megavatios que estaban pendientes, recibió ofertas por más de 130, es decir casi seis veces más que lo que estaba licitando», precisó.