Opinion | 27 Oct Parece que los motociclistas de Paysandú continúan sin entender que, más allá de cumplir con la ley que rige sobre la materia, usar casco los protege de serias lesiones o incluso podría salvarles la vida en caso de que tengan un accidente. Pero basta con salir a la calle para apreciar que son muchos los que no lo usan, a pesar de las multas que la Intendencia está aplicando por el incumplimiento de la normativa.
En la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos, los usuarios de vehículos de dos ruedas, particularmente motociclistas, constituyen una de las principales víctimas en las vías de tráfico. Las lesiones de cabeza son la principal causa de muerte y discapacidad entre los usuarios de estos vehículos. Además, estas lesiones de cabeza ocasionan altos costos para su tratamiento debido a que frecuentemente requieren un cuidado y atención médica especializada así como prolongados procesos de internación y rehabilitación.
Expertos en seguridad vial de la Organización Panamericana de la Salud han reiterado en numerosas ocasiones que el uso del casco es la forma más eficaz de reducir las lesiones de cabeza ocasionadas en el transcurso de choques e impactos donde están envueltos o protagonizan motocicletas y bicicletas.
La doctora Eugenia María Silveira Rodrigues, asesora regional de la OPS en asuntos de Seguridad Vial, subrayó que ha quedado claramente demostrado en la evidencia generada por multitud de estudios que el uso del casco disminuye en aproximadamente un 70% el riesgo y la severidad de los traumas y lesiones sufridos por motociclistas y en casi un 40% la posibilidad de muerte.
Silveira Rodrigues reiteró que en materia de seguridad vial todos somos personal de salud.
«Debemos fortalecer el desarrollo de espacios seguros para todos y divulgar las recomendaciones de la OPS - OMS, con un énfasis especial en políticas de transporte público accesible y con regulación legislativa en materia de equipos de seguridad (cascos para ciclistas y motociclistas, cinturón de seguridad para todos, incluidos los pasajeros de atrás en los automóviles, asientos especiales para bebés) y en materia de factores de riesgo (especialmente alcohol y velocidad por encima de los límites permitidos)», dijo.
Es necesario que todos seamos conscientes que en este tema no debemos declararle la guerra a los inspectores de tránsito ni rebelarnos contra normativas que no compartimos. Debemos cuidar nuestra vida y salud, así como la de nuestros seres queridos.