Opinion | 28 Oct El 29 de octubre de cada año se conmemora en nuestro país el Día Nacional de Lucha contra el Cáncer, una enfermedad cuyo nombre nadie quiere escuchar para sí mismo o sus familiares y amigos, pero que cada día afecta a muchos uruguayos.
Desde la creación de la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer en el año 1991, ésta desarrolla ambiciosos y eficientes programas tendientes a la prevención y detección temprana de distintos tipos de cáncer y otros de apoyo a la oncología nacional.
Como en toda tarea de prevención, no alcanza con poner la información al alcance de la población sino que lo que se espera son conductas activas de ésta para tomar conciencia de que hay riesgos que pueden prevenirse con un control anual, una visita al médico o algo tan simple como ponerse protector solar y usar sombrero.
Precisamente, la primavera ha venido este año con días de intensa radiación solar, que dan la pauta de lo que será el próximo verano. Sin embargo, cada día es posible comprobar cómo medidas de prevención elementales no son utilizadas por la gente.
Según la Sociedad de Dermatología del Uruguay, el número de tumores de piel está en aumento, con aparición en edades más tempranas y la existencia -en muchos casos- de múltiples tumores en una misma persona. Si bien no existen cifras oficiales respecto al número de melanomas anuales que aparecen en la población de nuestro país, la presidenta de dicha Sociedad, doctora Liliana Calandria, destacó recientemente que en el año 2007 el 15% de las personas que consultaron presentaba lesiones en la piel que debían ser eliminadas, y de éstas el 7% correspondía a melanomas. El aumento de la frecuencia de tumores cutáneos asociados al exceso de la exposición solar es un problema mundial cuyas causas son las conductas sociales respecto al sol, pues las personas se exponen a horas indebidas sin la adecuada protección. Además, existen cambios en la atmósfera, factores que inciden en el agravamiento de este problema. Los padres deben saber también que el daño solar es acumulable y comienza en la infancia cuando se toma contacto con el sol, por lo que las malas acciones podrán no tener consecuencias inmediatas pero a largo plazo llevarán a padecer patologías de piel. Con estar informados no alcanza. Por estos tiempos, debemos asumir cada uno el compromiso de protegernos y proteger a las personas a nuestro cargo. Nunca es sencillo modificar hábitos y conductas, pero en este caso es necesario hacerlo. El exceso de sol hace mal. Cuidate.