Locales | 27 Oct La crisis internacional, sobre todo a partir de la caída a la mitad del precio del petróleo, ha cambiado el panorama en cuanto al atractivo de la inversión en generación de electricidad, pero solo estamos ante una coyuntura que no debería hacer perder de vista la necesidad de encarar objetivos a largo plazo. Así lo manifestó a EL TELEGRAFO Miguel Fraschini, presidente del grupo que reúne a los grandes generadores de energía.
Acerca de las repercusiones de la crisis en el interés de inversores por participar en el sector energético nacional consideró que «obviamente algún impacto en este negocio va a tener, y debemos tener en cuenta que al bajar el precio del petróleo baja el costo de la generación térmica. Estuvo en 150 dólares el crudo, el precio spot para generar con petróleo estuvo arriba de los 250 dólares el megavatio, y ahora con el petróleo a 60 dólares, como en estos días, el megavatio generado con petróleo va a situarse en el entorno de los 100 a 120 dólares, por lo cual el costo marginal se va a reducir y no va a ser tan atractivo el mercado spot». «Pero de todos modos el país sigue necesitando y dependiendo de que se invierta en fuentes alternativas al petróleo. No hay que entusiasmarse con esta rebaja coyuntural del precio, y hay que seguir apuntando a tener un porcentaje de energía nacional de fuente renovable, de fuente eólica y biomasa», sostuvo.
«El gobierno ha anunciado que tiene un plan estratégico en esta área, pero la verdad es que no se hasta qué punto este plan está puesto por escrito, pese a que el ministro de Industria, Energía y Minería lo ha manifestado varias veces. Según este anuncio, para el año 2015 Uruguay tiene que tener 500 megavatios instalados de fuentes renovables, o sea 250 de energía con biomasa y otro tanto con eólica, y consideramos que es una meta totalmente alcanzable, lógica y muy necesaria», señaló. «Pero para transitar el camino tiene que concretar licitaciones más grandes, más ágiles, más ambiciosas también», evaluó, al indicar que ello refiere a inversiones que conlleven contrato de suministro con UTE por diez a veinte años, «con precio fijo actualizado por una paramétrica durante toda la vigencia del contrato», explicó. Subrayó que esta es la forma en que el inversor puede tener alguna certeza, «e ir al banco y conseguir algún préstamo para financiar su inversión».