TIENE EXPECTATIVA POR EL TURISMO

Locales | 31 Oct «Hubo una excelente recepción del director nacional de Industria», el ingeniero Kreimermann, e «hicimos un análisis, escuchando los comentarios y haciendo los propios todos los empresarios afectados a la actividad industrial del departamento», fue el resumen que hizo a EL TELEGRAFO el empresario Mario Macri.No obstante, aclaró que «cada empresa tiene sus propias dificultades, pero las preocupaciones son la caída de los mercados, la dificultad de colocación de los productos y consecuentemente la posibilidad de colocar a los precios que se manejaban». Afirmó que «los precios ya han caído y compromete el futuro y la continuidad del trabajo en las capacidades (de producción) que tenían hasta ahora las empresas».
TODOS CON PROBLEMAS
A juicio de Macri, «no creo que haya una empresa en este momento en el departamento que no tenga graves problemas en la continuidad laboral y de su equipo de trabajo, que es a lo que apuntamos». En el caso concreto de sus empresas, Mario Macri estima que «estamos exactamente en esa misma realidad. Considero que el problema grave se va a plantear en los primeros meses del año próximo, salvo que haya alguna reversión, que no creemos». Sin embargo, se mostró optimista al decir: «esperamos la temporada turística, que en alguna medida genera muchas expectativas, y derrama y vuelca mucho de los recursos que quedan a muchas actividades industriales del país, porque la gente que viene consume los productos que nosotros producimos».
En cuanto a los rubros de exportación que trabajan, expresó que «nosotros manejamos la parte de cueros y calzados, que es un rubro que está específica y tremendamente afectado».
DIFICULTADES EN TRES
O CUATRO MESES
Macri, propietario de comercios de venta directa al público, considera respecto de los sanduceros que «en este momento el consumo del comercio aquí en la localidad está más golpeado por el traslado del consumo fuera de fronteras que por la propia situación que todavía no ha caído a la generalidad de la parte obrera y trabajadora. Los empleados todavía no han sentido el golpe, pero lo van a empezar a sentir a través de las actividades en los próximos tres o cuatro meses, cuando empiecen las dificultades».