Nacionales | 30 Oct El crecimiento de la economía uruguaya alcanzará al 11,5 por ciento al final de 2008 y será de 3,5 en 2009 a raíz de la crisis financiera internacional, según un informe del Instituto de Economía de la estatal Universidad de la República, divulgado en la víspera por Presidencia. Durante el tercer trimestre de 2008 el Producto Interno Bruto (PIB) continuará expandiéndose y se ubicaría al finalizar el año en 11,5%, índice equivalente a 32.000 millones de dólares, sostuvo la coordinadora del área de Coyuntura del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki. Asimismo las proyecciones de crecimiento se ubican en el entorno del 3,5% para 2009, en un contexto de desaceleración que apareja riesgos de entrar en recesión, debido a que el país «se encuentra mejor preparado que en oportunidades anteriores ante impactos de la crisis mundial».
En consecuencia, la tasa de empleo aumentaría 2 por ciento en 2008 y se mantendría inalterada en 2009, mientras que el salario real aumentaría 3,7 al finalizar el año en curso y se incrementaría 4 por ciento durante el próximo, destaca el informe.
De su lado, las previsiones oficiales proyectan hasta el momento un crecimiento de 9 por ciento para 2008, de 4,5 para 2009 y entre 41 y 42 por ciento al finalizar en 2009 el período de gobierno del Frente Amplio.
Según datos del Banco Central del Uruguay (BCU), la economía nacional lleva un ciclo de cinco años consecutivos de expansión. Tras la crisis de 2002 se expandió 2,5% en 2003, 12,3% en 2004, 6,6% en 2006, 7% en 2006 y 7,4% en 2007.
BID otorgó
préstamo a Uruguay
Nuestro país obtuvo un préstamo de 380 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para proyectos de lucha contra la pobreza infantil, así como para la mejora de las rutas y el transporte en la capital del país, informó ayer la entidad.
El BID aprobó particularmente «una línea condicional de crédito de 200 millones de dólares (destinada a) financiar proyectos multisectoriales que serán desarrollados en el Programa Nacional de apoyo a niños y adolescentes», informó la entidad en su comunicado. En torno al 45 por ciento de los menores de 18 años en nuestro país viven en hogares considerados pobres, añade el texto.
El crédito servirá para financiar proyectos de prevención en el área educativa, sanitaria, deportiva y cultural, entre otros. «El financiamiento ayudará a Uruguay a alcanzar su objetivo de reducir el porcentaje de jóvenes y niños pobres a la mitad y la mortalidad infantil en dos tercios, así como erradicar la pobreza extrema en ese segmento poblacional de aquí a 2035», aseguró el texto.
Otra línea de crédito de 100 millones servirá para reparar carreteras en todo el país, y los restantes 80 millones servirán, entre otros fines, para introducir carriles preferenciales de ómnibus y mejoras en el sistema de pago y gestión de la flota de transporte de pasajeros en Montevideo.
Especialistas
analizaron reelección
Varios analistas políticos opinaron ayer sobre el inicio de la campaña de recolección de firmas para promover la reelección del presidente Tabaré Vázquez. Mientras el politólogo Adolfo Garcé estimó que el mandatario es «impulsor de la iniciativa», el analista Alfonso Lessa especuló con que se trata de un mecanismo de presión para impulsar una fórmula encabezada por Danilo Astori.
«Vázquez no está dispuesto a que Mujica sea el candidato a la presidencia», dijo el politólogo Adolfo Garcé, quien estimó que pese a su silencio, el mandatario «es el impulsor» de la iniciativa.
El mandatario «no ha desalentado a los impulsores de la reelección, porque es algo funcional al presidente», sostuvo por su parte el analista Alfonso Lessa. «Todo indica que es un instrumento de presión para que el Frente Amplio apoye la fórmula que él quiere», que es la encabezada por Astori, agregó.
Vázquez ha sido desde mediados de los ’90 el líder indiscutido del Frente Amplio, y Mujica «representa un desafío a ese liderazgo», estimó Garcé, y añadió que el presidente «le teme a los posibles defectos de Mujica como presidente, y a sus posibles virtudes». En cuanto a los «defectos», teme que el ex titular de Ganadería pueda alejar a Uruguay del alineamiento con países moderados como Chile y Brasil, e inclinarse hacia la izquierda más díscola de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina.
En cuanto a las «virtudes», «Vázquez teme que pueda lograr cosas distintas y mejores que él, como un entendimiento entre el MPP y el Partido Nacional».
Garcé estimó que «hay una sintonía en el discurso por el campo y el Uruguay productivo, la descentralización. Además, hay afinidades personales entre Mujica y Larrañaga, hay una simpatía mutua».
El analista estimó que seguirá adelante con la campaña reeleccionista dependiendo de la candidatura que surja del congreso de diciembre de la coalición, o de las elecciones internas de los partidos de junio. «Si el Frente Amplio proclama a Mujica, Vázquez seguirá adelante con la reelección», dijo.
Mujica dijo en las últimas horas que «si está Tabaré en carrera, me sentiré muy feliz y realizado porque en ese caso no tengo que integrar ninguna fórmula».
Lessa estimó que Mujica «lo que busca son espacios políticos para él y el MPP, más allá de la candidatura».
«Es un camino extremadamente difícil. La reelección ya fracasó en 1971 (...) y la reforma constitucional de 1996 estipula que los partidos deben tener candidatos únicos y surgidos de elecciones internas», señaló Lessa, quien añadió que «Vázquez se juega mucho y se arriesga a una derrota».
Redactaron posible
cláusula de salvaguarda
Luego de una reunión celebrada ayer, el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, el director de la Dinatra, Julio Baráibar y una delegación del Secretariado Ejecutivo del Pit Cnt, acordaron la redacción tentativa de una cláusula de salvaguarda que se incluirá en los decretos del Ejecutivo en el marco de la última ronda de los Consejos de Salarios. Esta cláusula fue solicitada por las cámaras empresariales ante los posibles efectos sobre nuestra economía que en el futuro podría ejercer la crisis financiera internacional.
«Índice 810» tuvo acceso a la primera versión de esta cláusula, donde se establece que en caso de que variaran «sustancialmente» las condiciones en cuyo marco se suscribieron los actuales convenios, «las partes podrán convocar al ámbito tripartito del consejo respectivo para analizar la nueva stuación».
El Pit Cnt se mantiene en desacuerdo con la inclusión de una cláusula de estas características en los convenios colectivos y en cambio impulsa la introducción de una «cláusula gatillo» que prevea un ajuste automático de los salarios en caso de un empuje inflacionario.