Paysandú, Lunes 03 de Noviembre de 2008
Locales | 02 Nov No tengo idea de quien es la frase del título, pero… está buena.
Me refiero a los atajos que toman unos cuantos con el fin de llegar antes que nosotros.
Yo los he visto.
Cuando estás en una cola ellos como bobeando se te ponen tres o cuatro lugares adelante, y aunque parezca mentira es a vos al que le da vergüenza denunciar la situación.
Son los que agarran el atajo.
Los que dicen «permisooooo» y te cuerpean para subir al ómnibus y agarrar un asiento al que vos podrías haber llegado antes.
Yo los he visto… andan por la calle con aire triunfador, no pagan los impuestos porque aseguran que alguien les regalará una amnistía y le eliminarán multas y recargos y se sentará a reírse de nosotros: los nabos uruguayos, socios capitalistas del BPS, de la DGI y de la Intendencia.
¿Ellos pensarán que uno no puede también comprar contrabando o cosas robadas?
Los del atajo… ¿pensarán que no sabemos dónde venden esas cosas?
Tenés que haber visto a alguno….son los que compran un televisor a 500 pesos y después se quejan de la minoridad, de los delincuentes, de los jueces y de las leyes.
¿No sabrán que si no existieran quienes compren televisores robados, los ladrones robarían un solo televisor, porque después ya no sabrían que hacer con el segundo y con el tercero?
Seguro que has visto a más de uno… siempre recurren al atajo de un amigo que les hace pasar antes, pagar menos o saltear trámites.
A sus hijos les explican que no deben dejarse pasar por arriba, que hay que madrugar antes de que te madruguen y que los hombres no lloran.
Son los que ponen camperas y buzos en las butacas de los espectáculos públicos para guardarles lugar a media docena de personas que llegarán cuando puedan, mientras vos nabo, mirás parado. Ellos han de pensar que vos no querés sentarte. O que no te da la cabeza para tener tan brillante idea de poner camperas en los asientos.
Son muy fáciles de identificar… se te paran adelante en el fútbol, y a vos te queda solamente pelearlos o cambiarte, así que ensayás un reclamo… «disculpe…eh … perdón …¿no podría?»... y terminás mirando el partido desde otro asiento para evitar complicarte el domingo. De nabo que sos.
Siempre agarran el atajo, se cuelgan al cable mientras vos te ponés religiosamente todos los meses, es más… le venden cable a los otros vecinos y el de ellos les sale gratis; frenan el medidor de la luz con un imán mientras los giles andamos apagando lamparillas para evitar el hachazo de fin de mes. Seguro que ellos creen que vos no conocés a los que hacen esas changuitas. Y no me refiero a los que se cuelgan de la luz desde la miseria de un rancho de costanero, me refiero a la costanera, a las casas de la rambla con piscina con agua que no pasa por el medidor.
-- «¡No m’hijo, no! Si le pegan, tírese al suelo. Si sacamos esa ventajita te cobran penal, gol y además echan al golero de ellos. ¡Dale Martincito, tirate hermanoooo! Y vos Andrés, en ese córner podías meterla con la mano y el juez de donde estaba no te podía ver, vamos a avivarnos gurises! ¡Así no le ganamos a nadie! Santiago… faltaban dos minutos ¿por qué no hiciste tiempo Santiaguito?».
Y se va moldeando el fútbol uruguayo, ese… el mismo que queda afuera de los mundiales cada cuatro años.
Emparejan para abajo y van formando gurises que no se escapan del modelo. Es más… los van perfeccionando en él, éstos serán mejores que ellos cuando crezcan.
Tenés que haber visto a más de uno sacando arena de algún terreno ajeno y cargándolo en su camioneta importada. Ellos no son tan nabos como vos de ir a la barraca a comprar una par de bolsas. Ellos van a hacer un trámite y sacan un número para ellos y cuatro números más para darles a los amigos que puedan venir después..
Seguro que has visto más de uno… son unos que no pueden esperar la luz verde porque el tiempo de ellos es más importante que el del tipo que inventó los semáforos.
Tenés que haber visto a alguno… cuando van en auto, bajan la ventanilla y tiran las botellas de plástico a la calle, porque su mundo (su auto) tiene que estar limpio, mientras vos --nabo-- vas guardando los desperdicios en una bolsita hasta encontrar un recipiente.
Los vas a ver armando un basural cerca de tu casa --nunca cerca de la casa de ellos--; tiran alguna bolsa, algo de escombro y hasta un lavarropas que no funciona.
Son los que toman el atajo.
Los que de alguna manera consiguen las preguntas del examen y vos nabo te pasás toda la noche estudiando.
Ellos siempre están adelante, en el súper por ejemplo, junto a la caja, con el carrito con cuatro cosas y de repente viene la esposa o el marido de atrás y se lo llena antes tus ojos en vez de hacer cola.
Cuando se bajan del auto reclaman todos los derechos de los peatones, cruzan por la mitad de la cuadra y despacito, pero cuando se vuelven a subir a su máquina poderosa, se olvidan que la prioridad la tenés vos que empezaste a cruzar caminando por la esquina. Y enseguida viene el bocinazo y el saludo a tu madre.
Ellos --los vivos-- son los que no pagan los gastos comunes de tu edificio pero los ves salir fumando, con pilchas nuevas y hasta con una moto que vos quisieras tener. Y vos nabo, los estás subvencionando. ¿No se te había ocurrido a vos que podrías empezar a darte algunos gustos con el dinero de los gastos comunes de los demás? ¿Sos tarado vos? ¡En vez de pagar el corte de césped o la cuota del Hipotecario bien que podrías haber comprado la computadora que te está pidiendo tu gurí hace un año!
Tenés que haber visto a alguno de ellos… pasan con su perro adelante tuyo y el perro va dejando en la vereda su recuerdo. ¡No! ¡No es el perro! ¡El que nos caga es él! ¡Y se caga en cada uno de nosotros! Alguien vendrá y limpiará. Y si no limpian, alguien se llevará el recuerdo pegado en su suela para la casa.
Estacionan el auto donde se les cante, por ejemplo en la salida de tu cochera. Y si fueron a buscar al nene al colegio paran en cualquier lugar, porque lo importante es resguardar la vida de sus hijos.
Tres cuadras más adelante ni se enteran que tu hijo está saliendo de otra escuela y que debe ser resguardados de tipos como él.
¿Nunca los viste en una cola de autos doble? Te van metiendo la puntita como bobeando.
¿Sabés cuáles son los del atajo? Los que sacan la libreta de conducir a través de un amigo y se saltean las pruebas… porque las pruebas las inventaron para los giles como vos. El IVA que lo paguen los otros, que ellos están ocupados en ver cómo pagar la contribución inmobiliaria de alguna propiedad ajena para quedarse con ella, porque «hecha la ley hecha la trampa, flaco». ¿Ellos pensarán que a vos no te gustaría agregarle un terrenito a tu vida?
Son los que adelantan en la carretera con línea amarilla continua, que seguramente fue pintada para los nabos como vos que se comen media hora atrás de un camión.
Los que ocupan una casa porque si bien ellos tienen, está está mejor ubicada y les importa un pito que cientos de miles de nabos trabajen 16 horas por día para conseguir una vivienda. Los que te instalan un taller mecánico en la puerta de tu casa, los que se afanan las lamparillas del laburo mientras vos –gil-- las comprás en el almacén, los que le dicen a la flaca que la aman o que el mundo está equivocado usando el muro de tu casa, los que presentan certificados médicos para pegar el faltazo y hacen trabajar el doble a los nabos. ¿Qué pensarán? ¿Qué a vos no se te ocurren esas brillantes ideas?
¿Sabés lo que me más preocupa? Que un día de estos te van a decir que van a inaugurar el monumento al nabo… y que tendrás que pagarlo vos.
Y cuando se cansen del monumento te llamarán para que lo tires abajo.
Eso sí…avisale que si te llaman de noche, griten fuerte, porque los nabos duermen bien toda la noche, sin dar una sola vueltita sobre la almohada.
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