CRIANDO SOLO OVEJAS

Rurales | 30 Oct PARAJE BIZCOCHO, SORIANO (Por Pablo Blanc). Después de visitar y observar por espacio de varias horas el establecimiento «Nuevo Amanecer» de la familia Charbonier en la zona de Bizcocho, departamento de Soriano, la conclusión a la que llegamos es que la combinación de la agricultura con la cría de lanares en forma intensiva es una excelente alternativa para un campo de pequeña superficie.
Son 30 años de un sistema intensivo de producción ovina en el corazón de la zona agrícola del país –a pocos kilómetros de Dolores—, en el que en 1978 la familia Charbonier, preocupada por el deterioro de sus tierras, donde se apreciaba el inicio de la erosión, comienza a asesorarse.
Por tal motivo, e invitados por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), EL TELEGRAFO participó en esta jornada en la que se apreció un sistema de producción ovina intensiva que ha demostrado su sustentabilidad productiva, económica y ambiental, recuperando suelos que venían desgastados luego de muchos años de agricultura continua.
La adopción de propuestas técnicas (mejora procreos, erradicación del pietín, manejo parasitario) y su intensificación, lo han hecho predio demostrativo desde sus inicios, ganando la primera Competencia sobre Sistemas de Producción (1990) y siendo finalista en el reciente concurso de performance reproductiva.
En sus 116 hectáreas maneja entre 1.200 y 1.300 ovinos Corriedale (carga invernal), con un procreo promedio de 118%, embarcando 500 corderos pesados por año y produciendo entre 60 y 70 kilos de lana por hectárea. Junto a otros rubros menores como semilla fina, fardos, etcétera, han determinado un ingreso que permite que una familia viva en forma decorosa a partir de un predio pequeño.
pasturas
Inicialmente la base forrajera estaba compuesta básicamente por avena, trébol blanco y fundamentalmente trébol rojo. Actualmente, si bien todavía se utilizan esas forrajeras, la aparición de problemas reproductivos provocados por estrógenos llevó a disminuir la proporción del trébol rojo.
Pero seguramente la inclusión de la alfalfa en los últimos años ha sido el cambio fundamental, determinando una mayor duración de las praderas y al mismo tiempo un importante ingreso por concepto de venta de semilla fina de esta forrajera y ocasionalmente de fardos.
En los últimos años se incorporó una variedad de raigrás perenne con muy buen resultado, incluso soportando la sequía que ha permanecido por muchos meses este año.
pastoreo
Desde sus inicios, las pasturas se manejaron en pastoreo controlado, sistema que se ha ido intensificando con los años. Básicamente se trabaja en parcelas con altas cargas instantáneas, determinando períodos de pastoreo cortos y descansos prolongados.
Este manejo, que se realiza permanentemente, aún en la parición, necesita de alambrado eléctrico como herramienta imprescindible. Son alambrados fijos y subdivisiones temporarias con tejido o malla de alambre, que tiene un hilo eléctrico, y que se enrolla y se despliega con un positivo muy ingenioso instalado en el levante de 3 puntos del tractor.
suplementaciÓn
Como factor adicional a la intensa utilización de las pasturas, la suplementación cumple un rol fundamental, ya que permite manejar dotaciones invernales que normalmente superan los 10 ovinos por hectárea en el período de menor producción forrajera. En los últimos años, el silo de sorgo forrajero, los fardos de alfalfa, y el grano de avena han sido los suplementos más utilizados, generalmente con las ovejas de cría.
El pastoreo horario es también ocasionalmente empleado, de forma de racionar la pastura en épocas de bajo crecimiento, como sucedió este año, donde hubo una gran escasez de forraje, hasta bien entrada la primavera.
producciÓn
La alta dotación ovina resulta en producciones de carne y lana acordes, y para la producción de carne, los muy buenos procreos sin duda han sido determinantes.
Los corderos se venden todos como cordero pesado, tipo SUL, habitualmente en invierno, embarcando todos los machos y una parte de las hembras, con un promedio cercano a los 500 ejemplares por año. La carne de cordero explica más del 80% de la producción de la carne ovina.
cifras
En los últimos años, el producto bruto del establecimiento ha superado los U$S 300 por hectárea, determinando márgenes netos que han oscilado entre U$S 120 y U$S 200 por hectárea, variaciones que han dependido fundamentalmente de la cosecha de semilla de alfalfa, la cual es bastante aleatoria por efectos del clima.
El ingreso por el rubro carne ovina, que es de mayor importancia en el predio, también ha sufrido variaciones en los últimos años, ya que es sensible a la oscilación del precio en el mercado.
Lo concreto es que en un predio pequeño, donde es muy difícil la diversificación, se apostó a la especialización en un rubro, obteniéndose índices productivos que muestran la potencialidad del ovino cuando se le asignan los recursos necesarios.
Sin dudas la familia Charbonier es toda la mano de obra del predio. Su capacidad de trabajo e ingenio han sido determinantes para que este sistema de producción no haya dejado de intensificarse durante todos estos años.