Locales | 03 Nov «José Gil Díaz fue quien empezó en la época de la dictadura, como presidente del Banco Central, a mantener el dólar alto con el objetivo de controlar la inflación, y ahora lo ha terminado de hacer Danilo Astori, coayudante de cátedra de Gil Díaz cuando yo estudié Desarrollo Económico con Faroppa. Uno y otro han estado haciendo lo mismo, con el mismo objetivo de parar la inflación mediante el tipo de cambio», señaló a EL TELEGRAFO el economista Jaime Mezzera,
Acotó que «esa inflación era generada por el exceso de gasto público», en tanto al ser consultado sobre si todavía es posible adoptar medidas preven- tivas ante este escenario subrayó que «el tiempo ya pasó, ahora lo que tenemos que hacer es que no nos hagan más goles. La primera medida es que no sigan hinchando el gasto público, porque el Uruguay ya ha llegado al límite y lo ha aguantado a duras penas».
«Debemos acordarnos de todas las cosas que hizo el gobierno para que la inflación no pasara del diez por ciento, porque la inflación verdadera debió ser de más del diez por ciento. Gastaron millones de pesos en subsidiar el boleto, en subsidiar la carne, la harina y otras cosas, para que el IPC no llegara al 10 por ciento anual», evaluó.
«Pero el IPC fue más del diez por ciento, y no porque acá se mienta, porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no miente, como lo hace el Indec argentino. Precisamente porque el INE no miente hubo que gastar millones en subsidios para que no subieran los precios, aunque en el caso de los hogares de menores ingresos la inflación fue mucho mayor que lo que indicaba el IPC. Porque hay un IPC de los pobres, como se le denomina, que tiene mayor incidencia en los grupos de la población en los que el gasto de alimentación es mayor respecto al total de ingresos», subrayó.
No ejecutar
alzas de gastos
«Por lo tanto, la prioridad para tener defensa en el país» contra este escenario internacional es «no ejecutar las alzas previstas en la Rendición de Cuentas. El presupuesto o la Rendición de Cuentas son autorizaciones de gasto que le da el Parlamento al Poder Ejecutivo, que no son obligaciones. Por eso perfectamente el Poder Ejecutivo puede restringir el gasto, porque cuando la Rendición de Cuentas y todo aquello se aprobó todo era color de rosa, pero hoy todo es color de hormiga, por lo que no se debería ejecutar», explicó.
«Otro aspecto apunta a que las inversiones que se puedan concesionar al sector privado de las maneras más diversas, deberían llevarse adelante para ahorrar fondos públicos y seguir bajando el gasto, para no tener tanta inflación y seguir generando debilidad», evaluó Mezzera.
Paralelamente «hay que dejar subir el dólar, porque de otra manera nos va a seguir pasando como le pasó a la cooperativa Funsa, que desde Brasil llamaron por teléfono y le dijeron que con esta relación de cambio los neumáticos que vende son demasiado caros y no se los van a comprar más».
Al señalársele que también hay amplios sectores de uruguayos que se han endeudado en dólares, manifestó el entrevistado que «se han endeudado en dólares porque esa moneda era barata», en tanto destacó que «este país está como está porque durante treinta años se ha mantenido bajo el tipo de cambio para esperar que no suba la inflación. Este gobierno lo bajó de 30 a 18 pesos, pero los precios siguieron subiendo, aunque el dólar hoy está a 23 pesos. Eso demuestra que ese intento de reducir la inflación bajando el dólar lo único que hace es ir dejando nuestras industrias fuera de competencia.
Eso hace que se destruya el empleo industrial». Subrayó asimismo que el «Uruguay es el único país del mundo en el que hay economistas que creen que el tipo de cambio deprimido sirve para controlar la inflación, y es solo un factor, yo diría el mínimo, porque el gran factor es el exceso de gasto público». Subrayó que la depresión del tipo de cambio da lugar a paradojas como la venta en supermercados de tomates secos importados de Turquía, como así también agua mineral importada envasada en botellas de vidrio.