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Deportes | 03 Nov Tuvo revancha pero no le sobró nada. Es más, Lewis Hamilton estuvo –al volante de su McLaren— al borde de ser el blanco de todas las formas posibles de burla, pero salió airoso sobre el final.
Mucho se comenzaba a decir sobre quien parecía que perdía el título de mejor de la Fórmula 1 por segundo año consecutivo, otra vez en Brasil y cuando tenía una considerable ventaja de 7 puntos sobre Felipe Massa, el único que podía arrebatarle el título.
Y esto así de cerquita de que el mundo cayera sobre sus hombros. Porque si bien necesitaba tan solo llegar en un quinto lugar para quedarse con la temporada 2008 de la F1, y transformarse en el piloto más joven en llegar al título, recién la última vuelta en el Circuito de Interlagos, donde se llevó a cabo la última prueba de la temporada, el Gran Premio de Brasil, Lewis Hamilton y McLaren sintieron como el alma volvía al cuerpo.
Sí, en la última instancia de una carrera emocionante, que comenzó luego de lo previsto debido a la lluvia, se definió la temporada.
No la carrera, que tuvo a Massa dejando en claro que no se resignaría a no pelear por la gloria, al punto que lideró de principio a fin. Sería Massa el que lograría la carrera, conocedor de que era esa su única posibilidad para tentar que la suerte se volcara a su favor, aunque dependía de que Hamilton terminara sexto o más atrás.
Massa hizo su parte y, hasta la penúltima vuelta, no solo se quedaba con el GP de Brasil sino que ya se imaginaba la corona sobre su cabeza. El brasileño era campeón a esa altura de la competencia, que tuvo a la lluvia como una de las grandes protagonistas.
Luego de que el agua cediera Hamilton sufría alternando el cuarto y el quinto lugar, y así fue como –a medida que la pista se fue secando—las gomas para afirmarse en seco comenzaron a aparecer en pista.
Pero volvió la lluvia y esto determinó que, a medida que transcurrían las vueltas, Hamilton perdiera terreno y pasara a ocupar un sexto puesto lapidario para sus aspiraciones.
Pero fue en la última vuelta en la que el inglés apostó todo a ganador, superando agónicamente a un Timo Glock —que mantenía sus cubiertas de seco—, no solo para hacerse del quinto puesto sino, en definitiva, del título de mejor de la temporada, para entrar en la historia como el piloto más joven en alcanzar el campeonato (23 años, 9 meses y 12 días) y también como el primer piloto negro en conocer la gloria de la Fórmula 1.
Massa hizo lo suyo: ganó el GP, le dio el título en constructores a Ferrari, pero no le alcanzó para ganarse el premio mayor. Es que Hamilton, sobre el final, quiso mostrarle al mundo que no estaba dispuesto a tropezar dos veces con la misma piedra.
Así llegaron
Las principales posiciones finales del GP de Brasil fueron las siguientes: 1º Felipe Massa (BRA/Ferrari) los 305,909 km en 1h34:11.435 (Media: 194,866 km/h); 2º Fernando Alonso (ESP/Renault) a 13.298; 3º Kimi Raikkonen (FIN/Ferrari) 16.235; 4º Sebastian Vettel (ALE/Toro Rosso-Ferrari) 38.011; 5º Lewis Hamilton (ING/McLaren-Mercedes) 38.907; 6º Timo Glock (ING/Toyota) 44.368.