HISTORIA: 1869

Locales | 03 Nov El miércoles 13 de enero de 1869, el periódico «El Pueblo» de Paysandú denunciaba un atentado en su contra. Debe tenerse en cuenta que por el sistema de impresión que se utilizaba (tipográfico) los textos debían armarse letra por letra y el empastelamiento (mezclar, entreverar) obligaba a tener que realizar una tarea verdaderamente dificultosa para ordenar en «cajas» letra por letra, por tamaños, y forma.
La denuncia se publicó en los siguientes términos:
«A nuestros lectores»
«Habiéndosenos empastelado la imprenta de este periódico por algunos negros vestidos tal vez provisoriamente de particular, en la noche del 10 al 11, no podemos dar el periódico por entero mientras no se venzan los grandes obstáculos que nos ha acarreado ese escandaloso proceder».
«Pedimos disculpas a nuestros suscriptores que, como todos ellos son del pueblo, sabrán apreciar su gran dificultad y adivinarán también sin gran dificultad quienes fueron los perpetradores. Mientras no se arregle no saldrá sino media hoja, pues nos es imposible dar más por falta de tipos. Estamos seguros y contamos con vuestra bondad. La imprenta es del pueblo, trabaja para el pueblo, sosteniendo bien alto sus derechos, contra el torrente e ira de la oposición, que si bien esta cuenta con elementos bélicos, el periódico ‘El Pueblo’ cuenta con el pueblo, cuenta con el derecho que tiene y defiende los verdaderos derechos y prerrogativas de los ciudadanos y de todos los habitantes en general».
«Por más que se persiga a la imprenta, a sus escritores y a sus operarios, no dejará de salir a la luz aunque sea manuscrito; si en Francia el periódico ‘La Lenterne’ es perseguido por todos los rincones del imperio aquí tenemos este humilde periódico que también es perseguido de muerte, sin embargo prometemos arrostrar todas las iras de los adversarios y el periódico saldrá».
«Los suscriptores comprenderán los sacrificios que nos impone esta persecución y el empastelamiento, esperamos tendrán paciencia por unos días más».
«Sostengan a ‘El Pueblo’ como lo han hecho hasta el presente y podrán contar con un defensor celoso de sus derechos».
«Este estado de cosas no puede durar mucho tiempo. Hemos de conseguir que se nos respete por todos, mientras no infrinjamos las leyes».