Deportes | 01 Nov Hay tranquilidad, pero Ruben Calabuig todavía no puede afirmar con certeza cuál será el equipo que saldrá a la cancha mañana, cuando su Bella Vista enfrente a Juventud Unida en el Estadio Artigas en busca del título de mejor del fútbol local de Primera División.
Es que las lesiones han acrecentado las incertidumbres en el entrenador, más allá de que con el paso de las horas va recibiendo buenos indicios.
«Hay tranquilidad más allá de todo, porque tenemos muchas ganas y estamos donde quiere estar todo equipo: a horas de jugar una final», reflexionó con mesura el entrenador papal.
«Rodríguez, un delantero que jugó la otra vez, es uno de los sentidos. Pero veremos como llegan ya que Di Santo parece estar mejor al igual que Píriz, y son jugadores que nos serán importantes. Veremos como llegan entre hoy (ayer) y mañana (hoy), pero el plantel tiene muchas ganas, ha entrenado bien y llega entusiasmado», agregó.
Ayer, en el Parque Bella Vista, fue tiempo de un movimiento técnico-táctico que incluyó definición, aunque la preparación finalizará en la presente jornada, cuando Calabuig tenga toda la información sanitaria de cada una de las piezas de un equipo que tiene toda la intención de volver a festejar un Campeonato de Honor.
«No vamos a hacer muchos cambios. Podrían sumarse un par de futbolistas, y finalmente vamos a contar con Oviedo en el banco, ya que lo podremos utilizar en caso de que sea necesario», agregó el técnico. Los papales van por el título y no dejan nada librado al azar. «Después de la practica de mañana (hoy) vamos a concentrar en el Centro Bíblico para esperar el partido, en el que tenemos toda la intención de jugar mejor», dijo Calabuig.