Locales | 08 Nov Ante el avance y la amenaza ya muy cercana de las aguas, una familia integrada por ocho menores y dos mayores resolvió autoevacuarse ayer de la margen costera sanducera y alojarse por precaución en una vivienda de familiares, en tanto se aguarda con expectativa que el río Uruguay pueda detener la crecida hoy, según las previsiones que manejan los técnicos de la represa hidroeléctrica de Salto Grande.
Anoche las aguas del «paterno» se situaban en los seis metros con 9 centímetros, en nivel estacionario, y se espera que a partir de hoy, cuando se registre el pico, pueda comenzar a ceder la crecida, que responde a lluvias registradas en los últimas días en el Alto Uruguay, en tanto hay perspectivas de que ocurran nuevas precipitaciones en la zona.
El Comité Departamental de Emergencias está encarando un monitoreo permanente del panorama costero y en contacto con Prefectura de Puerto y Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, a efectos de evaluar el posible comportamiento del río a la luz de los datos provenientes de los puertos ubicados hacia el Norte.
En el caso de Salto, ayer las aguas estaban estacionarias en los 12 metros con 10 centímetros, con once familias evacuadas, mientras en Paysandú no se descarta alguna otra evacuación en caso de que varíe unos pocos centímetros el nivel de las aguas, debido a que se está en una marca crítica. El director general del Departamento de Servicios de la comuna, Ricardo Mello, indicó que se está haciendo un relevamiento, en frecuentes recorridas por la margen costera, para evaluar la situación, pero hasta ahora, más allá de la familia evacuada, no se han presentado otros problemas, aún teniendo en cuenta naturalmente la inquietud de quienes tienen las aguas a pocos centímetros y esperan que el río no continúe con su marcha ascendente.
A la vez las autoridades municipales manifestaron su preocupación por la presencia de personas en la zona de playas, sobre todo menores de edad, quienes se zambullen en aguas que cubren muchos elementos peligrosos como piedras, alambres, bancos, mesas, troncos, ramas, etcétera en tanto también se registran actos de vandalismo.
Mello señaló que la familia autoevacuada tiene su vivienda en Paz y Artigas, y que hay otras construcciones precarias amenazadas, pero no con el agua ya en la puerta, por lo que de no registrarse un repunte adicional de varios centímetros y comenzar el retroceso de las aguas, podrían evitarse desalojos.