Locales | 06 Nov La «Expo feria Cerrito», un centro comercial promovido por 25 personas, está siendo instalado en la esquina de Cerrito y Andresito (ex número 3), zona del barrio Paycap y otras cooperativas de vivienda. Así lo confirmó a EL TELEGRAFO uno de los integrantes de la cooperativa, que está instalando una serie de 25 puestos.
Carlos Ortiz señaló que la iniciativa «surgió hace un año», cuando un grupo «que queremos trabajar» se instaló en la zona del «bagashopping», detrás del corralón municipal, en calle Solís casi Zorrilla de San Martín. La Intendencia no les permitió establecerse en ese lugar y fueron obligados a retirarse.
Luego se conformó un grupo de 25 personas que, en forma de cooperativa, establecerán el nuevo lugar de ventas en un terreno que, dijeron, es alquilado. Según dijo Ortiz, se trata de «artesanos y vendedores de mercaderías varias», y se instalarán en los 25 locales de madera y chapa «con contrapiso» que se están perfilando en la esquina mencionada. «Habrá también un local de venta de comidas rápidas, un kiosco», detalló Ortiz.
En cuanto a la higiene, señaló que «en principio se instalarán baños químicos, y se mantendrá limpio porque estaremos allí muchas horas», especificó, señalando que el horario sería de 8 a 21. Sobre ese aspecto, dijo que «es un lugar que será hecho para trabajar y convivir, por lo que también tenemos un reglamento interno, que establece obligaciones y deberes de los cooperativistas». Los aspectos legales de la comercialización y el registro de comercios han sido considerados, según Ortiz. «Los cooperativistas tienen 90 días de plazo para afiliarse al BPS pagando el monotributo; eso es obligatorio», afirmó. Se trataría de personas que no tienen comercios instalados en otros lugares, «y es porque necesitamos trabajar. Hasta la obra la estamos haciendo entre todos», explicó.
También dijo que «de esto sabe la Intendencia, lo hablamos con (Julio) Pintos».
«TODO LEGAL», DIJO PINTOS
El intendente sanducero confirmó a EL TELEGRAFO que «sí hablamos con ellos. Es la gente que no les permitimos instalarse en la calle, sobre Solís», recordó Pintos. «En aquel momento les dijimos que no podían estar en la calle, que buscaran un lugar apropiado para instalarse, pero que sea privado. Ahora formalizaron el terreno, y se están por instalar. Pero quedó claro que todo debía ser legal», aclaró el jefe comunal.
Por otra parte, entre los vecinos había curiosidad por saber qué iba a pasar en esa esquina. En el relevamiento realizado por EL TELEGRAFO en aquella zona, la duda era el común denominador entre quienes viven en los complejos habitacionales o en casas particulares. «No sé qué van a hacer allí, pero por suerte limpiaron el baldío que había en la esquina», fueron algunos de los comentarios. En algunos casos, se informaron por EL TELEGRAFO de lo que pasaría en ese lugar. Hubo quien mostró preocupación porque «es un lugar tranquilo, y hay muchos gurises. Esperemos que no haya problemas con el tránsito», dijo una abuela de dos niños que jugaban casi frente al lugar.
PREOCUPACIÓN COMERCIAL
También había dudas, y hasta preocupación, en algún comerciante de la zona que fue consultado sobre la iniciativa. «Si vienen bagayeros a instalarse, nos van a complicar a los que estamos pagando los impuestos», dijo un minorista, quien aclaró que «todos necesitamos vivir, pero hace años que estamos acá pagando todo y vendiendo mercadería uruguaya. Espero que no sean bagayeros», dijo esperanzado. Otro argumentó que «a nosotros nos exigen todo al día, la balanza, la higiene y los impuestos. Veremos qué van a hacer con ellos».
Feriantes instalados en calle Zorrilla entre Solís y Río Negro que prefirieron el anonimato, dijeron a EL TELEGRAFO que «no recibimos ninguna información que alguien se iba a instalar en ese lugar», con referencia a Cerrito y Andresito. Sí recordaron que «algunos de los que se habían instalado por Solís, y que hasta marcaron la calle, tenían puestos en la feria y los vendieron hace tiempo, aunque no se puede, y ahora capaz van para allá». Si bien los consultados en Zorrilla contestaron no saber, dejaron entrever que «alguien que ya tenga uno acá puede querer poner otro puesto en ese lugar, como pasó cuando vinieron a calle Solís, que hubo gente que quería poner otro, tipo sucursal, a nombre de algún familiar».