Nacionales | 07 Nov «Un camino de altanería»
El PPS ocasionó muchos comentarios. No hablamos de ningún partido ni nada que se le parezca. El «profundo y prolongado silencio» del presidente Tabaré Vázquez al asuntito de la reelección molestó a muchos, inclusive a gente de su propio partido.
Uno que está indignadísimo es el precandidato blanco Jorge Larrañaga, quien dijo a «Últimas Noticias» que la respuesta de Vázquez es «una aceptación implícita a la reelección, un camino de altanería». «Yo también le mando un ‘PPS’: primero piense, señor presidente; piense que está exponiendo al país en una discusión muy dura, en reelección sí, reelección no. Todos estamos reclamando pronunciamiento», aseguró.
Larrañaga considera que Vázquez «está comenzando a transitar por un camino que supone violación de la Constitución, lo que es verdaderamente inaceptable».
Por ello, convocará a la ministra del Interior, Daisy Tourné, a la comisión de Constitución y luego analizará interpelarla. Pero esto no es todo: «Vamos a analizar un juicio político al presidente por violar la Constitución. Pero queremos creer que esto es una maniobra de distracción, una cortina de humo».
Otro que le pegó duro fue el líder de Vamos Uruguay y precandidato colorado Pedro Bordaberry, quien consideró que Vázquez «camina por un terreno muy peligroso; esperemos que este silencio le de para reflexionar que el país va camino a un fraude electoral».
«Chavenización»
El diputado colorado Washington Abdala no logró el apoyo del resto de la oposición en la Cámara de Representantes para que durante la sesión se enfrascaran en un debate sobre la reelección presidencial. Bajo el concepto de «asunto político» Abdala acusó a Tabaré Vázquez, al Frente Amplio y a cada uno de sus colegas legisladores de la izquierda de «mirar para el costado» con el fin de propiciar un doble período inmediato de gobierno del actual mandatario.
«El silencio del presidente avala el intento reeleccionista y eso es muy malo para el Uruguay», aseguró. «¿Qué se pretende hacer?... ¿la gran Pacheco?», preguntó. Gritó que «los uruguayos estamos siendo rehenes de un triunvirato político interno del Frente Amplio» y que el sistema democrático «está ingresando en una chavenización».
«Muy dolido»
Uno que está «muy dolido» por la cuestión es el senador José Mujica. «No quisiera enterarme por la prensa de una decisión de esas. Me hubiera gustado un acto de confianza para con los viejos compañeros, toda la barra que lo ha acompañado durante estos años», señaló a Canal 4.
Según informa «La República», Mujica dijo que lo que le molesta es el «procedimiento» más que los contenidos de lo dicho por Vázquez. «Tengo mucho dolor porque hay muchos compañeros que merecen, ni siquiera que se les consulte pero por lo menos que se les comunique con altura», expresó, acotando que «existen teléfonos».
Recordó que él fue defensor de la reelección de Vázquez. «Hace dos años habíamos planteado la reelección pero el presidente fue increíblemente tajante; yo sé que en la vida se puede cambiar y está bien, simplemente preferiría enterarme por boca del presidente», dijo.
Otro dolido
Otro que está dolido es el diputado emepepista Álvaro Vega, pero por otro tema. Vega, cuyo cambio de voto fue fundamental para aprobar la despenalización del aborto, está tan dolido por todo el proceso de votación de la ley de salud sexual que evalúa dejar la banca. ¿Será capaz?
Vega dijo a «El País» que dio su voto a todo el capítulo de despenalización para «evitar inconvenientes a la bancada» del Frente Amplio, que «venía en problemas», pero esperaba «otra actitud» de sus compañeros cuando los blancos lo criticaron, acusándolo de «diputado panqueque».
«Yo no cambié mucho mi posición. Habilité la discusión en particular, votando la ley en general. Y aprobé todo el capítulo segundo, para evitar inconvenientes a una bancada que veía en problemas. Después no voté nada más de la ley. Así que no me desdije. El problema es la despenalización. El resto lo voté en contra porque pienso que está mal», dijo.
Aseguró estar «dolido» por la actitud de sus compañeros y por ello evalúa dejar su banca. Más allá de esto, es consciente de que la cuestión no caminará: «Tabaré vetará y adiós ley. Estamos atrapados entre los fundamentalismos, así no se puede. Ayer había dos barras, en contra y a favor de la vida. Ojalá este lío sirva para que nos sentemos a discutir en serio. Acá está en juego el cuero de muchas mujeres que morirán o tendrán problemas».