EDIL RAMÓN APPRATTO

Locales | 13 Nov El edil nacionalista Ramón Appratto Lorenzo formuló reflexiones a propósito del sonado caso de la sustracción de 340.000 pesos por un funcionario de Contaduría de la Junta Departamental y sostuvo que «desde el principio me extrañó que ante el conocimiento de la sustracción de una cantidad considerable de dinero el presidente de la Junta no hubiera concurrido junto con la jefa de la sección donde trabaja el funcionario, que fue la que le dio la noticia al presidente, a hacer la denuncia policial inmediata al conocimiento del hecho. Personalmente creo que habría que haber actuado así; yo lo hubiera hecho. Desde el miércoles a las 23 al viernes a las 16 no hubo denuncia del hecho. Por otro lado, tanto se dice por el oficialismo que no hay que ventilar los asuntos que están en las comisiones y resulta que los ediles que ocupan los cargos de presidente y secretaria de la Comisión de Asuntos Internos estaban el sábado en los medios dando sus versiones personales del caso. Es más, al otro día, el sábado, volvió a salir el presidente de la Comisión con más información, mezclando en su relato referencias al funcionario y a su ‘fuerza política’». Para el representante nacionalista «en verdad resulta poco creíble que el funcionario que fuera el más beneficiado por este gobierno cuando se hizo el Presupuesto de la Junta, sea el que responda con una actitud tan ingrata como esta. En aquella oportunidad, segundo semestre del año 2005, contra mi opinión y la de varios de mis correligionarios, se dividió el escalafón administrativo, creándose como una nueva repartición el Área Financiero Contable. Quien dirigía esa función pasó así a ser jefe de Área y se transformó allí un cargo Administrativo I, Grado C 12 en Administrativo I – Tesorero, Grado C 14, al que accedió el funcionario involucrado ahora en esta maniobra dolosa. En aquel entonces en una sola resolución, lo ascendieron dos grados. Quedó siendo el tesorero de una entidad donde en el quinquenio se manejan cerca de cinco millones de dólares. Verdaderamente un desenlace inesperado con lamentable final».