Locales | 14 Nov En el acceso sur a Guichón inauguran mañana, a las 10.30, el monumento «La Palma Sola», obra de imponentes características, diseñada por el artista plástico Octavio Podestá. La idea de dejar una obra trascendente para Guichón fue tomando forma, hasta que con el apoyo de artistas locales se le encontró la ubicación más adecuada.
Grupos de apoyo y la Junta Local se abocaron a la difícil tarea de conseguir los materiales necesarios, a la complejidad del manejo de elementos de mucho peso y el dificultoso acoplamiento de las diferentes piezas. Gracias al ingenioso aporte de los talleres locales pudo armarse por partes, con lo que se facilitó el traslado al lugar de emplazamiento. Allí, hace muy pocos días y con un equipo adecuado se logró el acople final.
Hoy, «La Palma Sola» luce majestuosa en lo alto de la nueva rotonda por la que se accede a Guichón desde la Ruta 90 o de los Charrúas.
Los involucrados en el proyecto destacaron a EL TELEGRAFO ha sido un largo proceso, desde que en 1994 la Junta Local aprobó su construcción y ubicación en el principal acceso a Guichón. La obra contó con el apoyo de la propia comunidad guichonense, artesanos y particulares, en tanto la Intendencia de Paysandú y la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) brindaron apoyo financiero para la obtención de los materiales.
Para esta estructura, de siete metros de altura y siete mil kilos, se utilizaron 26 rieles de acero. El armado estuvo a cargo del artista Juan Carlos Ualde —que utilizó una maqueta a escala para tener una referencia directa de la obra a consumar— y asesoró al ingeniero Edgardo Pereira, que se ocupó de la parte técnica de la base de la estructura. La base, un bloque homogéneo en hormigón, de siete metros de largo por dos metros y medio de ancho, consumió noventa bolsas de cemento.
«La Palma Sola» es un homenaje al solar donde se erigió la casa de Teodoro Pedro Luis Guichón, fundador de la ciudad que lleva su nombre.