Opinion | 10 Nov Genera preocupación el incremento de la incidencia del cáncer de pulmón entre las mujeres uruguayas, de acuerdo a los datos aportados por los técnicos durante la conmemoración del Día Nacional de Lucha contra el Cáncer.
El integrante de la Comisión Honoraria de lucha contra la enfermedad, Ignacio Musé, dijo que el cáncer pulmonar en el varón comenzó «a reducirse», porque en ese género se redujo «el tabaquismo». Por el contrario, en la mujer aumentó la mortalidad, porque «empezó a fumar más tarde», explicó.
No obstante, la afección oncológica pulmonar se mantiene como la más letal entre los hombres, mientras en las mujeres la más relevante sigue siendo el cáncer de mama. El cáncer de colon tiene la mayor incidencia si se consideran los dos sexos.
La vinculación con el tabaquismo es tan clara que las tendencias son paralelas: el aumento del consumo de tabaco por una comunidad es acompañada, años después, por un aumento en la incidencia del cáncer de pulmón. Según la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, el riesgo de contraer un cáncer de pulmón se acrecienta con la duración del hábito tabacal, con la precocidad de su inicio, con la cantidad de cigarrillos fumados diariamente, con la profundidad de la inhalación del humo, con el uso de cigarrillos o tabaco con alto contenido de alquitrán y nicotina.
Al mismo tiempo, con la cesación del hábito se logra un descenso del riesgo. Lentamente, el ex fumador llega a tener el riesgo de la población no fumadora. Se calcula que se necesitan de diez a quince años para que el ex fumador llegue a tener el mismo riesgo que la persona no fumadora.
Si bien no existen cifras actuales, el decreto prohíbe fumar en lugares públicos cerrados y rige desde marzo de 2006, ha logrado que algunos fumadores abandonen el hábito, mientras otros disminuyen su consumo debido a que no pueden fumar, por ejemplo, en sus lugares de trabajo. Una encuesta de Equipos Mori realizada en noviembre de 2006 con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud, reveló que el 19% de los fumadores redujo el consumo de cigarrillos a raíz de esta prohibición.
Las cifras dejan en claro la necesidad de una mayor educación acerca de lo perjudicial que es el tabaco para la salud. Y esto especialmente en los niños y adolescentes, para que no se inicien en el hábito. Musé adelantó que se reforzará el trabajo en la comunicación con los medios, en la población y en la educación. Y es necesario en un país como el Uruguay, donde el cáncer es la segunda causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares.