HISTORIA: 1964

Locales | 11 Nov Concluye Leonel Viera su explicación sobre el proyecto de puente flotante expresando: «Pero ahora se te presentan tres tipos de dificultades que hay que resolver».
«La primera:»
«La tierra está firme en las dos orillas, mientras el agua del río sube y baja. Tenés que combinar dos niveles constantes con uno variable. Para eso hay solución. No tiene novedad por cuanto cualquier club de regatas la aplica. Lo mismo el embarcadero flotante de Causa: no se si te acordás se pone un tramo articulado en cada extremo del puente que compense las variaciones del nivel del agua con la altura constante de las orillas».
«Es fácil. Hay millones de antecedentes que autorizan esa construcción».
«La segunda:»
«A flor de agua tenés que resolver el cruce de dos circulaciones: el puente que atraviesa el río y las posibles embarcaciones que atraviesen el puente. Dos tránsitos que se cruzan al mismo nivel, ya que el puente flota y las embarcaciones también».
«Entre estas hay grandes y chicas. Las grandes sólo llegan al puerto de Paysandú. Para no estorbar su navegación con el puente, emplazamos este más arriba del puerto». «Resolvemos la mitad del problema. Queda el de las embarcaciones chicas, que, es así, deben cruzar el puente porque navegan hasta Salto».
«Pero para ellas también hallamos solución».
«A la mitad del puente construimos, como parte de él, un arco que se eleva a siete metros sobre el nivel de la superficie. Ese arco es, además, giratorio. Da paso, sin maniobra alguna a las embarcaciones de arboladura hasta siete metros. Para las más altas, se usa el dispositivo giratorio. Como estamos en 1964, ese dispositivo, electrónico, puede ser automático: como el sistema de las puertas de ‘ojo eléctrico’, para que lo entiendas».