Paysandú, Martes 18 de Noviembre de 2008
Locales | 12 Nov Hace algún tiempo llegó a Uruguay un señor Digiovani que lleva sendas heridas en sus manos y pies, que dicen, son las mismas que recibió Jesús en la cruz. Manifestó en televisión que en este país había nacido alguien portador de un mensaje divino, algo así como un profeta.
Bueno, está constatado, tenemos, vivito y coleando al nuevo Torquemada. El señor Cotugno amenazó con excomulgar colectivamente a todos los parlamentarios si votaban la ley sobre el aborto.
Excomunión, dicen, es un sacramento de la Iglesia inconmovible e infalible. Se lo aplicaron a Galileo por decir que el planeta giraba alrededor del Sol. Juan Pablo II, después de que se pudo caminar sobre la Luna y las sondas llegaron a Plutón ¡anuló la excomunión!
A Giordano Bruno, sacerdote calabrés, por afirmar alrededor de 1550 que Dios es cósmico, que reina en todo el Universo infinito y que en esa inmensidad podría haber otra civilización que, como a la Tierra envió a Jesús a salvarnos, habría que ayudarlo a salvar a los que, eventualmente, existieran en otros mundos. Al salir de hablar con el Papa Bruno fue apresado y quemado vivo en la plaza del Vaticano. Hoy en Roma hay un monumento para él. Sabemos que la Santa Inquisición, dependiente de la Iglesia, por excomunión envió a más de 10 millones de mujeres ¡a la hoguera! Ni hablemos de María Magdalena, único ser vivo que estuvo con Jesús resucitado y recibió de él el mensaje de advenimiento del Reino de los Cielos, según Juan Evangelista. Primero fue desplazado su reconocimiento cuando Constantino oficializó el cristianismo en todo el imperio romano y, totalmente, cuando Gregorio I en el 591 la tachó de prostituta y oportunista, más o menos, ¿no?
El argumento fue que Marcos Evangelista asegura que le extrajeron demonios de su cuerpo. Ahora y acá, el cura Elizaga —según sus manifestaciones en televisión— extrae demonios semanalmente de creyentes que acuden a él. Resulta que Pablo VI en 1969 rectificó la opinión de Gregorio I porque estar poseído por el demonio no significa que el titular sea un pecador.
Al decir de Humberto Eco, María Magdalena resucitó después de 1.400 años. Desgraciadamente el razonamiento medieval no es privilegio del señor Cotugno. Hay muchos más y no todos cristianos. José Enrique Palacios.
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