IMPACTO DE LA CRISIS

Rurales | 17 Nov El sector agropecuario enfrentará en 2009 y 2010 un escenario de menor demanda externa y de caída de los precios de exportación, establecen las conclusiones del impacto de la crisis financiera global sobre la agropecuaria en general y la ganadería en particular. Así finaliza un trabajo presentado ayer por la consultora Deloitte en el marco de la 26ª Jornada de Información Económica en Ganadería organizada por la Federación Uruguaya de Grupos CREA (Fucrea).
Pronostican un descenso generalizado en el precio de todos los productos agropecuarios, reducción de la rentabilidad y una baja en el valor de los activos como es el caso de la tierra. Los economistas Pablo Rosselli y Florencia Carriquiry repasaron la cadena de sucesos que desembocaron en la mayor crisis financiera mundial desde 1929, las fortalezas y debilidades de Uruguay para enfrentar el fenómeno y las perspectivas para el sector agrícola ganadero a corto y mediano plazo.
En este último punto, Carriquiry señaló que en los próximos años el precio internacional de las materias primas estará por debajo de los picos registrados en los dos últimos años, aunque precisó que aún no es posible determinar la magnitud de la caída.
El shock externo tendrá sus primeros impactos en los sectores exportadores y en el agropecuario principalmente. La economista recordó que durante 2007 y la primera mitad de 2008 la industria frigorífica vivió un auge extraordinario en sus precios de exportación debido, fundamentalmente, al incremento de la demanda mundial, pero con elementos adicionales como es la salida de Brasil del mercado europeo, lo que llevó los niveles de precios a picos del orden de U$S 5.700/ton.
Esto propició un encarecimiento muy importante del valor del ganado gordo que llegó a ubicarse por encima de los U$S 2 por kilo en pie. Por ende en el último ejercicio el stock bovino ha retomado una tendencia a la recuperación luego de dos ejercicios consecutivos de caída, señaló Carriquiry. En los últimos meses esta situación comenzó a revertirse, los volúmenes de exportación comenzaron a reducirse y se agudizó en las últimas semanas a partir de una fuerte restricción del crédito en los países compradores.
Una vez que se pueda recomponer la demanda, los volúmenes exportados seguramente se mantendrán claramente por debajo de lo que se verificó en el último año y medio. Por otra parte, los precios de exportación acompañan esta tendencia y es de esperar que se mantenga al menos durante 2009, aseguró la expositora.
La consultora estimó que seguramente estos precios vuelvan a los niveles de 2006 y 2007, ubicándose en un promedio del orden de los U$S 3.000 la tonelada, lo que a su juicio no son malos precios, ya que se encuentran muy por encima de los de años anteriores. Con esta corrección de precios, y aun suponiendo una recomposición de la relación flaco/gordo, Carriquiry entiende que habrá un estancamiento del stock bovino y, en consecuencia, la faena se mantendría estable en el entorno de los 2,3 millones de cabezas anuales. Las proyecciones para 2009 y 2010 ya señalan una significativa reducción en la producción de terneros, apuntó.