RINDES QUE HACE AÑOS NO SE DABAN

Rurales | 18 Nov El centro y Norte del departamento de Río Negro y gran parte de Paysandú, son las zonas en donde la cosecha de trigo y cebada avanza con mayor firmeza, con chacras de cebada que superan incluso los 5.000 kilos por hectárea, hecho que desde hace varios años no se constataba.
Los rendimientos de cebada «son llamativamente muy buenos», destacó el ingeniero agrónomo Esteban Hoffman, técnico y docente de la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (Eemac) de Facultad de Agronomía.
Aseguró que «estamos en el doble de los rendimientos medios del año pasado, en especial en cultivos que fueron sembrados en junio. En cuanto al trigo es menor la proporción -hasta el momento- de chacras cerradas», y con mayor variabilidad que la cebada, «ya que ésta fue consistentemente buena, con chacras de rendimientos altos al igual que el trigo, con más de 4.500 kilos».
Hoffman, que también es uno de los principales de la empresa Unicampo, destacó a una variedad nueva que apareció con mucha fuerza en el mercado, como es «Don Alberto», del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). «Fue sembrada a mediado de junio y como tiene ciclo corto, se está cosechando en muchos lugares».
Considera que es un año atípico en donde la fecha de siembra se va a sentir en forma importante. «Todo lo sembrado desde el 30 de junio en adelante, se encontró con déficit hídrico y muy alta temperatura, y en estas condiciones el trigo sufre más que la cebada». Señaló incluso, que también hay un tema «varietal, porque en trigo hay porcentajes importantes de algunas variedades que pueden llegar a tener problemas adicionales para cuando llenen el grano en condiciones de falta de agua y alta temperatura. Por lo tanto la media del trigo va a ser más baja que la de cebada, con chacras posiblemente por debajo de los 2.000 kilos».
Si bien en el Norte llovió más que en el resto del país, «en estas condiciones de sequía se le considera un año muy seco en el llenado del grano, aunque la cebada se comporta mejor que el trigo», dijo el técnico.
sanidad
Entre octubre y noviembre «tuvimos menos de 80 milímetros en varias zonas, determinando que la sanidad del grano sea muy buena».
Acotó que al Norte de Chapicuy se verificaron chacras con fusarium, pero en general fueron las menos, e incluso en esta zona sin inconvenientes graves de heladas». En el caso de la cebada, «los calibres (el tamaño del grano) al final son buenos», resaltó Esteban Hoffman, «con tendencias muy fuertes de que la cebada tenga niveles de nitrógeno en grano (proteína) un poco más alto que lo normal, a pesar del rendimiento elevado». Respecto al trigo, sostuvo que los primeros cultivos cosechados tienen muy buena calidad, pero están por ingresar los que tuvieron problemas en el llenado de granos, porque además de rendimientos más bajos, nos vamos a encontrar con problemas de peso hectolítrico».
logÍstica
Para el citado profesional «era bastante obvio que con el área de siembra que había se generaría un problema de logística de cosecha, pero se agravó porque un área importante quedó pronta muy de golpe».
Precisó que lo de la cebada «es evidente ya que se viene cosechando en forma muy adelantada y además con rendimiento más altos que lo esperado». Es muy grande la demora en las plantas, «con colas interminables, pero también hay plantas que no están funcionando con turnos, e incluso algunas de ellas no operan ágilmente los fines de semana, generándose un problema bastante grave, donde los camiones salen de las chacras pero demoran bastante tiempo en volver».
Para no parar la cosecha, hay productores que debieron «continuar con su labor y tirar el grano al piso, para aprovechar el tiempo y las máquinas en su campo, y esto también es delicado».
Verano
La falta de precipitaciones puede llegar a ser un problema muy importante para el área que se pretende sembrar de verano. «Por más que hay un área muy grande a sembrarse de segunda, hoy no hay posibilidades de sembrar nada porque está todo absolutamente seco. Aún con 10 o 15 milímetros sería muy riesgoso sembrar, porque si al poco tiempo no llueve, los cultivos tienen alto riesgo de perderse».
De todas maneras hay varias chacras con maíz y sorgo sembradas, «incluso con buen nacimiento debido a la humedad que tenían de los barbechos químicos de invierno». La soja está más atrasada, recuerda el técnico, subrayando que «sabemos de productores que han perdido chacras de soja por sembrar en suelos secos y los campos están por nacer».