Policiales | 15 Nov Un sujeto de 19 años, poseedor de antecedentes penales, fue procesado en las últimas horas por la Justicia Penal por haber comprado un par de championes hurtados desde una finca céntrica. Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el pasado 3 de noviembre, próximo a las 10, desconocidos se introdujeron en varias fincas de las inmediaciones de Montecaseros y 25 de Mayo, y se llevaron, entre otros efectos, un par de championes Nike de color blanco y azul, un maletín de cuero, una billetera con documentos y 20 dólares.
Las días transcurrieron sin que las autoridades pudiesen dar con los responsables, hasta que ayer, próximo a las 14.30, personal de la División Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera que efectuaba una recorrida por la zona de Charrúas y José Pedro Varela, avistó a un individuo que parecía estar oficiando como «campana» mientras se llevaba a cabo un ilícito y que además, calzaba un par de championes de similares características al hurtado en la finca de calle Montecaseros. Se trataba de José Eduardo Rossano Rivero, de 19 años, poseedor de varios antecedentes penales, quien fue detenido y conducido al local policial, donde en primera instancia se le incautaron varios envoltorios con marihuana (palancas).
Indagado respecto a los hurtos, negó haber participado en ellos y en relación a la procedencia de los championes dijo que se los había comprado a un desconocido en la Plaza de Deportes. Explicó que estando en el referido espacio público, un sujeto de cabello largo y aproximadamente 1,75 metros de estatura le ofreció el calzado por 500 pesos y él aceptó el negocio, aunque admitió que el desconocido le aclaró que eran robados. Respecto a la marihuana, declaró que también se la había comprado a un desconocido.
Más pruebas
El testimonio del detenido resultó poco creíble, en tanto los efectivos presentaron más pruebas que en primera instancia lo vincularían con los ilícitos. Según parece, al ingresar a una de las fincas y hurtar el par de championes, el delincuente abandonó allí los que traía puestos y éstos a su vez fueron recuperados por la Policía.
Coincidentemente, el calzado recuperado se ajustaba perfectamente a los pies del detenido, quien de todas maneras siguió negando las imputaciones.
Más tarde, el calzado fue reconocido por su propietario y Rossano fue conducido ante la Justicia, en cuya órbita se dispuso su procesamiento con prisión por un delito de receptación en calidad de autor.