Locales | 16 Nov Derechos Humanos
¡No entiendo!... Desde el año 1984 escucho hablar de derechos humanos: las injusticias, el sufrimiento, la tortura, el no tener derecho a la vida, que callen tu boca con sufrimiento. Grandes manifestaciones, pancartas, pasacalles, muros pintados respecto al tema... y hoy me encuentro con que muchos de los que llevaban esto adelante, votan en contra de los derechos del feto.
Precisamos un nuevo movimiento, «Los derechos del feto». No hay pancartas, no hay muros pintados, no hay referendo, no recogen firmas para que el feto continúe vivo. No me puedo hacer escuchar porque estoy en la pancita de mami; con mucho sufrimiento callan mi boca y silencian mi vida.
La impunidad reina sobre quienes me castigan y deciden por mí. Parece fácil mami; te dicen «ya conseguí la plata», cuatro caricias y «todo va a estar bien». Pero yo no te podré conocer cara a cara, y vos no me vas a disfrutar.
El aborto es un dolor de por vida, en tu conciencia; una huella que no podrás borrar ni con el dinero, ni con el alcohol, ni con drogas....
Me querrás recuperar, será tarde. No podré volver dentro de ti ya estaré tirado en un drenaje, en un basural o seré la digestión de un perro. Ninguno se esos lugares se compara con tu pancita, ¡yo estaba cómodo ahí, mami! ¡No permitas que legalicen lo ilegalizable! No soy un trozo de carne, soy tu hijo. Desde el primer momento que me formé, cuando tú finalizabas tu acto sexual, respiré alegría en tu vientre por haberme formado, proyectaba mis esperanzas de conocerte y besarte; beber de tu seno la leche que tu cuerpo elabora, huellas de un amor natural e incondicional, y juntos pasar hermosos momentos. Mami, que esos señores que hacen publicidad con tanta alegría y simpatía en contra de mi vida, se pongan en mi lugar. No permitas que fríos sillones de un Parlamento decidan mi destino y tu felicidad. Te amo, mami.
Tu feto (Movimiento en Pro Vida del Feto)