CON MANO DE OBRA JUVENIL

Locales | 20 Nov Finalizada la primera quincena de noviembre, luego de unos 35 días de trabajo, culminó en el establecimiento «Costa de Oro SA.» la cosecha de 17 hectáreas de arándanos, variedad O’Neal que esta empresa tiene implantados en los aledaños de villa Quebracho. El ingeniero agrónomo Mariano Lastreto, director gerente del área de Arándanos de «Costa de Oro» y «El Repecho» amplió a EL TELEGRAFO, expre- sando que «se trata de un cultivo implantado en 2005» en el que se lograron «los niveles de producción esperados y que se exportan al mercado inglés», contando además con «16 hectáreas en la zona de ‘El Repecho’, aunque estas últimas corresponden a 2006. Este año hemos plantado 6 hectáreas más aquí en Quebracho, pero de variedades Emerald, Star y Jewell que se cosechan mas tempranamente, lo que permitirá una más pronta llegada a los mercados compradores y un mayor período de trabajo en la cosecha».
Destacó especialmente que «el trabajo se pudo hacer por la colaboración y combinación de los recursos que la empresa manejó, más el apoyo de la gente de Quebracho y Paysandú que vinieron a trabajar durante35 días al predio. Fueron 197 personas las afectadas a las tareas de cosecha, de las cuales unas 120 son de Quebracho y han trabajado unas 70 en la zona de ‘El Repecho’, personal que proviene de Gallinal, Cerro Chato, Soto, etcétera».
La novedad de este año es la participación de 20 jóvenes, menores de 18 años en los trabajos de cosecha en Costa de Oro «lo que a nosotros nos llena de orgullo porque fue una apuesta que hicimos» que permitió «a los que están estudiando o ya no lo hacen» darles la oportunidad de que cumplan su interés «en ir construyendo su propio futuro».
«Gracias al apoyo y colaboración del INAU tuvimos en los dos predios unos 25 jóvenes todos con el carné laboral expedido por dicho organismo, percibiendo una remuneración horaria e incentivos, iguales a la de un operario mayor. Se incorporaron con mucho entusiasmo y conciliaron horarios (la jornada del menor es de cuatro horas por día) de estudio con el de trabajo, alcanzando un excelente rendimiento laboral sin faltar un día». Se trata de una experiencia «que sin duda vamos a repetir el año próximo con jóvenes de zonas de Quebracho y Gallinal».
«Creo que acá lo que hay que mirar más a largo plazo, y el hecho de que jóvenes de 15 años en adelante que abandonan el sistema educativo formal y no pueden insertarse a ninguna actividad laboral, están toda su jornada dedicada a un ocio que no siempre es noble, al decir de Rodó y que no es bueno para educar a nadie», finalizó Lastreto, Carolina de17 años, dijo «es la primera vez que trabajo y la experiencia fue muy buena, también estudio y no encontré pesada la tarea»; Diego, también de 17 se expresó en términos similares, aunque no estudia y destaca que «esto estuvo lindo y si el año que viene me llaman aquí estaré». Por su parte David, también de Quebracho, de 16 años manifestó haber trabajado y estudiado porque «pude arreglar los horarios en el liceo y el trabajo».
En la visita al establecimiento EL TELEGRAFO tuvo oportunidad de conversar con Isabel Pintos, la capataza que estuvo a cargo de las cuadrillas de cosecha quien consideró la experiencia como «muy positiva a pesar de ser para la mayoría la primera vez que trabajaban, pero lo hicieron con responsabilidad» superando bien «temas como la convivencia y la calidad del trabajo. Lo bueno es que estudian y no dejaron de hacerlo. Creo que todos se van satisfechos».