Policiales | 19 Nov La Policía recuperó rápidamente ayer una bordeadora hurtada desde una finca de la zona Norte de la ciudad y atrapó a un conocido menor infractor apodado «el monito», quien estuvo involucrado en la brutal agresión contra cuatro policías en el barrio «Curupí», la semana pasada. Aunque la Justicia lo derivó nuevamente a una dependencia de INAU, el infractor se dio nuevamente a la fuga, pocos minutos después de haber ingresado.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, próximo a las 2:30 de la pasada madrugada, desconocidos se introdujeron a una vivienda ubicada en la zona de Doctor Roldán y Antonio Estefanell, mientras en su interior descansaba un matrimonio y su hijo. Al abandonar el lugar, los delincuentes se llevaron dos bicicletas y una bordeadora.
Los propietarios de la finca se comunicaron con personal de la División Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera de Policía y valuaron las bicicletas en 2.500 pesos y la herramienta en 1.000. En base a las primeras averiguaciones, los efectivos montaron vigilancia desde las primeras horas de la madrugada de ayer en las inmediaciones del barrio «Curupí», más precisamente en los alrededores de una vivienda ubicada en Libertad y Proyectada 70, habitualmente utilizada por conocidos delincuentes para ocultarse.
Allanamientos
Ya en horas de la mañana, convencidos de que los responsables del hurto estaban en esa vivienda, los efectivos solicitaron apoyo a personal de las Seccionales Primera y Segunda, el Grupo Geo y Radio Patrulla, para luego practicar un allanamiento en el lugar. Cuando los policías ingresaron, vieron cómo el conocido menor infractor apodado «el monito» abandonaba rápidamente el lugar acompañado por un delincuente requerido por la Justicia -apodado el «Pocho»- y por otra menor de edad, también poseedora de varias anotaciones policiales.
El «monito», quien supuestamente había sido enviado a una dependencia de INAU en Montevideo pero en realidad permanecía en nuestra ciudad, fue rápidamente capturado con una bordeadora en su poder, pero sus compinches lograron escabullirse hacia una zona de montes que se extiende a lo largo del arroyo «La Curtiembre» y no pudieron ser capturados.
La bordeadora recuperada fue reconocida por sus propietarios y el «monito» fue conducido ante la Justicia, donde fue nuevamente derivado a una dependencia de INAU de nuestra ciudad. Menos de una hora después de arribar a la institución, el infractor volvió a fugarse.