CONTROLES DE TRÁNSITO

Policiales | 20 Nov Momentos de tensión se vivían anoche en los alrededores de la plaza Artigas a raíz de la decisión de varias decenas de personas de arengar a quienes temerariamente eludían los controles instalados por la Dirección Municipal de Tránsito. Efectivos del Grupo Geo equipados con escudos de protección y de varias seccionales intentaban mantener el orden en la zona, pero la osadía de los motociclistas sin casco que desembocaban desde 18 de Julio hacia la rotonda, dificultaba la tarea de los inspectores y crispaba aún más los ánimos.
La situación venía enrareciéndose desde las últimas horas a partir de un hecho registrado la noche del martes, en momentos en que los inspectores efectuaban controles en el cruce de 18 de Julio y Entre Ríos. En ese momento, según información extraoficial, un adolescente de 16 años que circulaba en moto sin llevar casco protector, llegó a la zona de control desde 18 de Julio y al constatar que los inspectores permanecían apostados por Entre Ríos, corrigió su trayectoria para escapar rumbo a la rotonda, pero allí se llevó literalmente por delante a uno de los dos inspectores apostados en el lugar. A consecuencia del impacto, tanto el motociclista como el funcionario cayeron, lo que provocó la inmediata reacción de un grupo de personas que permanecían a pocos metros de allí presenciando el accionar de las autoridades, quienes se abalanzaron sobre los inspectores e incluso lanzaron algunas piedras.
Mientras el adolescente –con lesiones leves-- era trasladado con dificultad a un centro asistencial, efectivos policiales de varias dependencias acudieron al lugar para restablecer el orden.
El hecho desató una serie de trascendidos que señalaban a uno de los inspectores como único responsable de la caída del motociclista, dado que le habría aplicado un puntapié al birrodado. Esta versión fue categóricamente desmentida anoche por el director municipal de Tránsito, Carlos Fábregas, quien calificó el trascendido como «absolutamente falso», al tiempo que lamentó el efecto negativo que este tipo de información ejerce sobre el normal desarrollo de los controles.
En un comunicado emitido ayer, la Intendencia de Paysandú destacó las «muestras de apoyo» que recibe por parte de «la mayoría de la población» para la instalación de este tipo de controles, pero reconoció que «se continúan dando actitudes de resistencia por parte de pequeños grupos poco dispuestos a acatar las normas a que a todos protegen». Respecto a las versiones que señalaron a un inspector como responsable de derribar al motociclista, el comunicado «niega la veracidad» de las mismas y «reafirma la decisión de mantener los controles de acuerdo a lo que las normas establecen». Asimismo, la comuna recordó que «habiendo intervenido la Justicia en varias oportunidades, ésta ha entendido que no ha existido responsabilidad de los inspectores y que los procedimientos están ajustados a Derecho».
Reinstalan los controles
Según fuentes municipales consultadas, los hechos de la madrugada del martes pusieron en duda la continuidad de las fiscalizaciones en esa zona de la ciudad. Durante una reunión celebrada ayer en la que participó el intendente Julio Pintos y autoridades de la Dirección de Tránsito, se tomó la decisión de responder a los incesantes reclamos de la mayor parte de la opinión pública y establecer nuevamente los controles en esta zona de la ciudad, pero en esta ocasión con mayor apoyo de la Policía. Ayer, desde las últimas horas de la tarde, dos móviles de la Dirección de Tránsito se apostaron sobre el costado Este de Entre Ríos a pocos metros del cruce con 18 de Julio. Ocho inspectores se establecieron en ese lugar y en la zona de la rotonda, y comenzaron a detener a los conductores, incluso a aquellos que llevaban casco, dado que se trató de un control completo que incluyó solicitud de documentación del vehículo y licencia para conducir.
Asimismo, participó en el operativo el director de Tránsito Carlos Fábregas, el director de Movilidad Urbana, Sergio Coelho –quien se ocupó de filmar cada una de las fiscalizaciones-, así como varios efectivos de la Seccional Segunda y del Grupo GEO, quienes acudieron para garantizar el normal desarrollo de los controles.
Antes de las diez de la noche, los inspectores habían incautado siete motos y la Policía habían detenido a un conductor que intentó desacatarse e incluso embistió las barreras.
Arengas de la gente
Conforme fueron desarrollándose los controles, decenas de personas fueron agrupándose en los alrededores de la rotonda para seguir de cerca los acontecimientos. Muchos de ellos, en incomprensible actitud, comenzaron a aplaudir y a arengar a gritos a aquellos motociclistas que, circulando sin casco, eludían temerariamente los controles y se daban a la fuga, incluso tomando a contramano por Entre Ríos. Un cronista de EL TELEGRAFO, se acercó al lugar poco antes de las once y constató la presencia de un centenar de personas (entre ellas mujeres y niños) que arengaban a viva voz a los motociclistas que desafiaban a los inspectores. Además, desde la multitud se escuchaban provocaciones y alusiones personales dirigidas a las autoridades de Tránsito, lo que enrarecía aún más el ambiente en que se desarrollaban los hechos.
Ya sobre las once, en medio de una cerrada ovación de la multitud, un motociclista que arribó desde 18 de Julio, dobló hacia el Norte por Entre Ríos y al constatar la presencia de los inspectores, efectuó una temeraria maniobra y se dirigió contra flecha hacia el Sur para desaparecer luego por Leandro Gómez hacia el Este. Asimismo, en reiteradas oportunidades, otros motociclistas eludieron los controles lanzándose contra flecha por la senda izquierda de la rotonda, provocando nuevos y enfervorizados aplausos.
Mientras tanto, la desazón cundía entre las autoridades que fiscalizaban el procedimiento, quienes no entendían la actitud de quienes se tomaron el trabajo de llegar hasta el lugar, incluso llevando a sus hijos, para promover la conducta irresponsable y la violación de lo establecido por la Ley de Tránsito. Las autoridades insistieron en que el verdadero cometido de la fiscalización es «proteger» a la gente, al tiempo que lamentaron que, a raíz de la actitud de una minoría, el trabajo deba desarrollarse con bajo permanente vigilancia policial.
Adolescente arrepentido
Según información extraoficial, el adolescente de 16 años que embistió a los inspectores la noche del martes, compareció ayer ante un magistrado, ante quien mostró una clara actitud de arrepentimiento por lo sucedido. Ante esto, el juez decidió no imponerle tareas comunitarias.