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Paysandú, Miércoles 26 de Noviembre de 2008

PAYSANDÚ INTERIOR
Constancia

El esfuerzo de aquellos grandes visionarios

Locales | 21 Nov Desde la creación de la Sección Interior, hemos procurado rescatar historias de las diversas comunidades de nuestro departamento, así como el origen y proceso de esos centros poblados. Es el caso de Constancia, una localidad que se encuentra unos veinte minutos al norte de la ciudad, por ruta 3.
La primera nominación que recibió fue Paraje Chingolo, por encontrarse en las cercanías del arroyo homónimo. Pero, puntualmente, la denominación de Constancia surgió a raíz de una antigua estancia que también dio nombre a la parada del tren que recorría el departamento. Y hacía referencia a las características de sus dueños, que pusieron constancia y empeño a cada uno de sus emprendimientos. El proceso fundacional del pueblo comenzó alrededor de 1835, cuando si bien ya existían vecinos en el lugar, llegó un primer contingente de inmigrantes. Pero su real empuje lo tuvo a partir de 1896, cuando las líneas del Ferrocarril de la Empresa Midland cruzaron por tierras de la vieja estancia, surgiendo así la primera parada que se realizaba en el camino a Salto, conocida por «Parada Constancia».
Con el paso del tiempo se concentraron más agricultores, que formaron una población estable de gente laboriosa. La subcomisaría fue instalada en el mismo lugar que se encuentra actualmente, pero con la particularidad que funcionó en un tranvía. En el predio donde actualmente vive la familia Vera Aguilera se encontraba la Escuela Nº 35, a la que concurrían unos sesenta niños del lugar. Pobladores de Constancia desempeñan diversas actividades tradicionales, así pueden encontrarse quinchadores, guasqueros, ladrilleros, radomantes y varios artesanos.
La topografía corresponde a la penillanura y las praderas regalan un verde apacible que cobija vacas y ovejas. Surcan los campos las corrientes de aguas saltarinas y transparentes de los arroyos Chingolo y San Francisco, y se entrecruzan con el río Queguay en medio de una intrincada y abundante vegetación de espinillos, talas y sauces. En el casco viejo del pueblo se recortan antiguas construcciones en piedra: taperas. Sobre la ruta, una casona de principios del siglo pasado que, si bien ha sido restaurada, mantiene el estilo arquitectónico de la época.
Fue almacén de ramos generales para los habitantes de Constancia y cualquiera que pase por el lugar aún puede apreciarla. Un kilómetro más adentro se encuentra la casa de la familia Borsoni, que data aproximadamente de 1900. Aunque no ha tenido grandes reparaciones, mantiene todo su encanto. Allí todavía conservan el horno de pan, que comúnmente se hacía para el consumo familiar. Pero también se usaba, para las fiestas, para asar generosos lechones.
identidad y eventos
El pueblo cuenta con un símbolo que lo representa: su bandera. De reciente creación, se llegó a ella a través de un concurso en el que participaron los alumnos de la escuela y sus familias, como una manera de incentivar la identidad del pueblo en los jóvenes. Cuenta con dos franjas, una verde que simboliza los cultivos y otra azul que alude a las corrientes de agua que rodean la localidad. En el margen izquierdo, un triángulo rojo con borde blanco, colores de la institución deportiva, y dos manos que significan la solidaridad de sus habitantes y el deseo de salir adelante.
El proceso de integración fue dando forma a encuentros que fortalecieron el crecimiento y desarrollo de un pueblo pujante, decidido a trascender. Uno de ellos es la Fiesta de las Cosechas, que se celebra el último domingo de octubre y que ya ha cumplido treinta años. Es organizada por la comisión de la Capilla y motivo más que válido para compartir. Ese día los vecinos llevan sus productos a que sean bendecidos, para tener suerte en las próximas cosechas; pero, además, es motivo para compartir con los vecinos y amigos un tiempo de intercambio.
Otro de los acontecimientos significativos de Constancia es la recordación de la Virgen de la Medalla Milagrosa, que desde hace sesenta años se celebra cada 27 de noviembre, también organizado por la comisión de la Capilla. Ese día se recibe la imagen de la Virgen, que durante el mes recorre los diferentes hogares de la localidad. Es un día de fiesta tradicional, compartido por las familias del lugar. Son muchos los preparativos, que los pobladores viven con gran intensidad.


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