Locales | 25 Nov El edicto del fuego, emanado del Ministerio del Interior y que impide encender fuego bajo cualquier concepto, entrará en vigencia desde el 1º de diciembre como una de las primeras medidas que se asumen a causa de la sequía que se está generalizando en todo el país. Mientras tanto, se continuará distribuyendo agua potable entre la población que no cuenta con el servicio de OSE tanto en ciudad como en el interior del departamento, según detallaron a EL TELEGRAFO la intendenta interina, Helena Heinzen, y el director general del Departamento de Servicios Ricardo Mello. También se solicitará a la Fuerza Aérea la realización de vuelos de reconocimiento y control.
Heinzen informó que de la reunión mantenida ayer entre los integrantes del Comité Departamental de Emergencia surgió como una de las principales preocupaciones la cantidad de incendios de campo que se están registrando. Señaló que el informe de la dependencia sanducera de bomberos establece que se multiplicó sensiblemente la cantidad de salidas que hacen en relación al mismo período del año pasado. Una vez que salga el edicto del fuego, «se va a ser muy estricto en su cumplimiento», aseguró.
«De la reunión salimos con varias tareas», dijo Heinzen: «el edicto del fuego, la temporada de incendios y la sequía». Señaló que el edicto del fuego «se confirmó para dentro de seis días, y pedimos que se habilitara el cuartelillo de bomberos de Piedras Coloradas, pero de eso todavía no tengo la fecha concreta en que se va a instalar».
Mientras tanto, en lo que depende del Comité de Emergencia «y las distintas fuerzas vivas que confluyen en él, para la instalación del cuartelillo está todo pronto: el local, la disposición de la Junta, de las empresas forestales y ahora el Ministerio del Interior tiene que disponer quiénes son los zafrales que van a ir a trabajar allí».
PREOCUPAN LOS DESCUIDOS
Los problemas de incendio que se han dado «están vinculados a errores humanos, como tirar un cigarrillo, o por el recalentamiento de las máquinas, porque estamos en plena cosecha y se está trabajando mucho. Es preocupante», afirmó.
Dijo que «hasta ahora se ha controlado por la buena voluntad de las forestales, y la disponibilidad de bomberos». De acuerdo a esto, las empresas forestales atienden con sus propios medios no solo el riesgo de incendio en los bosques, sino también los fuegos que se inician en los campos cercanos con explotación agrícola.
Respecto a la sequía, señaló que «se analizó lo que se avanzó con el desarrollo rural, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, lo que se trabajó en la mañana (de ayer) con el Consejo Agropecuario Departamental, y mañana tempranito (por hoy martes) se hará una reunión con los productores».
Quedó planteado ayer el relevamiento de las zonas con recurso de agua «más comprometidas», y hacer «un relevamiento de los camiones cisterna que puede haber en las instituciones y que puedan servir para transportar agua».
RIESGO EN PUNTO MEDIO
«En la reunión se hizo una puesta a punto con la información que proporcionó bomberos, las forestales y el Ministerio de Ganadería» relató por su parte Ricardo Mello. Ratificó que «lo más grave que hay hasta el momento» es la cantidad de focos ígneos «por la quema de rastrojos, que aunque estén habilitadas se salen de control, hay mucha maquinaria trabajando en los campos, lo que produce incendios por accidente,o el uso de maquinaria que puede no estar en condiciones, lo que obliga a las forestales y a los bomberos a hacer muchas salidas».
A juicio de Mello, del análisis hecho surge que Paysandú está «en un punto medio de riesgo. En cuanto a la sequía, y según quienes conocen el tema, de no llover en 15 o 20 días la situación se pondría grave». Dijo que ahora más que nada «se ve escasez o falta de agua para uso humano o animal, pero no es la situación de emergencia que hay en Treinta y tres o Durazno. Estaríamos en un punto medio», dijo el director municipal. Se trató también la realización de un relevamiento para ver la cantidad de pozos de agua en condiciones, la disponibilidad de OSE por el agua potable para el Interior».
Aclaró que en la ciudad de Paysandú se distribuyen «entre 18.000 y 20.000 litros diarios en el cono urbano, sin contar Porvenir u otras localidades», donde se reparte una cantidad similar a cargo de las juntas locales de Porvenir, Guichón, Piedras Coloradas, que tienen camiones con tanques de distintas capacidades. Pero no son cisternas, son camiones con tanque», afirmó.
Sin embargo, dijo que habría que buscar soluciones focalizadas, porque «el problema no está generalizado». El problema se da en la cantidad de camiones disponibles para la distribución, ya que la Intendencia cuenta con uno de 15.000 litros en la ciudad, y podría faltar para campaña.