Paysandú, Sábado 29 de Noviembre de 2008
Locales | 29 Nov El azúcar consumido en Uruguay desde mayo de 2008 fue un 100 por ciento producida o refinada en Uruguay, desde que se dejó de importar azúcar blanca por parte de la empresa Inancor S.A., de los capitales ingleses de Man Sugar, una multinacional de la alimentación.
Mientras tanto, Azucarlito y Alur retomaron desde este mes el mercado del azúcar en un cien por ciento cuando se dejó de vender al público el azúcar envasado como El Menú. Esto implicó que las ventas directas de las empresas uruguayas aumentara en alrededor de un 25 por ciento, significando para Azucarlito un aumento en las ventas de entre un 6 y un 7 por ciento en relación a lo que comercializaba.
El azúcar El Menú era vendido por la empresa Fildey S.A., que hizo su última oferta «hasta agotar stock» promoviendo 20 kilos de azúcar con 10 paquetes de cocoa de 200 gramos de la misma marca por $ 410 impuestos incluidos, según se publicó en la página 14 de la publicación ComuniCambadu de noviembre 2008.
En un negocio que está investigando la justicia, Fildey envasaba y comercializaba azúcar refinada importada por Inancor S.A., de la cual era presidente el contador Enrique Santías, quien fue entrevistado por EL TELEGRAFO en febrero de este año sobre la presencia en el mercado del azúcar importado, que, aún teniendo un 35% de arancel sobre el precio de costo, le permitía competir con las dos empresas nacionales. Durante 2007, Uruguay fue un mercado estimado en unas cien mil toneladas, equivalentes a 60 millones de dólares anuales.
De esas 100.000 toneladas, Inancor importó casi 10.000 en 2007, y hasta el cambio empresarial, en abril de 2008, importó otras 4.000 toneladas.
En ese mes, la empresa madre Man Sugar de Londres despidió a varios de los directivos de Inancor S.A., desde su presidente Santías hasta el jefe de ventas, pasando por al menos un contador. La causa era aparentemente su participación en una envasadora de azúcar: Fildey S.A. para El Menú.
Paralelamente, comenzó un proceso judicial a dos niveles, civil y penal contra los ex directivos. Según la página Negozia.com, la denuncia de MAN comprende asimismo a una contadora y un ingeniero, cuya participación en el caso es clave de acuerdo a la denuncia de la multinacional azucarera.
Paralelamente, Man solicitó la recuperación de sus máquinas envasadoras –propiedad de Inancor y en uso por Fildey- y un embargo por 5 millones de dólares contra directores y empleados de la empresa envasadora.
La justicia hizo lugar al pedido, y fueron retiradas dos máquinas automáticas para envasados para paquetes de polietileno de un kilo de la planta de Fildey S.A.. Se trataría, según supo EL TELEGRAFO, de las últimas dos envasadoras compradas en Argentina, pero hay otras dos máquinas más antiguas y también dos autoelevadores que integrarían el reclamo.
Desde mayo hasta octubre, Fildey S.A. utilizaba las máquinas de Inancor para envasar azúcar que compraba a granel a Alur S.A.
Los números indicaban que durante 2007 El Menú vendía el azúcar a unos 500 dólares más IVA la tonelada (fraccionada y envasada de a un kilo), cuando el costo de importación a granel rondaba los el valor CIF promedio de U$S 374,74 por tonelada envasada en big-bags más el 35% de recargo, dado por la Tasa Global Arancelaria, lo que excedía los U$S 500 por tonelada.
EL DECRETO DE JULIO
Llamó la atención de quienes están vinculados a la industria azucarera, que se pudiera vender azúcar importado con un sobrecosto del 35% -para proteger la industria nacional- y que compitiera con las dos empresas uruguayas establecidas. En febrero, Santías había dicho a EL TELEGRAFO que era posible porque «los costos de la industria nacional son muy altos. Es una producción ineficiente y cara».
Sin embargo, a mediados de año el Poder Ejecutivo emitió un decreto por el cual se ponían mayores exigencias a quien quisiera importar azúcar refinada, que puede traerse para la industria –por ejemplo, de refrescos o golosinas- sin arancel pero con prohibición de comercializarla al menudeo.
El tema central era reducir la posibilidad que parte de ese azúcar que entraba sin impuestos para la industria a granel, terminara en las góndolas vendiéndose al público de a kilo.
El decreto del 21 de julio determina que los importadores deben registrarse en la Dirección Nacional de Industria y establece los términos sobre el envasado y el depósito de la mercadería.
El mismo decreto reconoce que busca evitar «desvíos de stock que resulten incompatibles con la producción de azúcar nacional a partir de materia prima producida en el país o de refinación de crudo importado».
Fue, según las fuentes consultadas por EL TELEGRAFO, un aspecto más de la necesaria regulación para evitar la competencia desleal, por cuanto no había un control demasiado estricto sobre el cumplimiento de no volcar al mercado interno el azúcar que venía para la industria, que además era un delito tributario por evasión de impuestos.
Ahora, según la resolución presidencial, el azúcar importado para la industria «debe estar contenido en envases no menores de 50 kilos y depositarse de forma tal que esté claramente diferenciado de cualquier producto, incluido el azúcar que tenga otro destino».
Por las dudas, también establece claramente que «queda prohibida la toma de stock de azúcar importado con destino industrial para cualquier destino diferente al consignado en el certificado de necesidad y luego reponerse con otra partida de igual o diferente calidad».
CUÁNTO SE IMPORTABA
Las importaciones de azúcar crudo con destino a refinación en el año azucarero 2006/07, alcanzaron un total de 55.875 toneladas, de las cuales 35.750 toneladas correspondieron a Azucarlito y 20.125 toneladas a ALUR, efectuadas estas últimas por la empresa Inancor.
La producción de azúcar refinada a partir de crudo fue 53.135 toneladas, el 64% de las mismas correspondientes a Azucarlito y el restante 36% a ALUR.
Contabilizando la producción de ambas procedencias (crudo importado y caña de azúcar) la oferta interna de azúcar refinada equivalió a 69.135 toneladas.
Las importaciones de azúcar refinada con destino a la industria elaboradora de alimentos y de refrescos fue 39.708 toneladas, durante el presente año, 14% menos respecto al año azucarero anterior.
El 69% de las importaciones fueron efectuadas por la firma Inancor (hasta mediados de este año era la empresa que comercializaba los productos ALUR), el 25% por la empresa Pache, mientras que el restante 6% correspondió fundamentalmente a Montevideo Refrescos y Azucarlito.
Las personas ocupadas por Inancor S.A. o Fildey S.A. para el reenvasado en paquetes de un kilo con la marca El Menú eran alrededor de unos 15 operarios, mientras que en Azucarlito se ocupan 260 personas y en ALUR entre 500 y 550 personas.
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