Locales | 26 Nov La necesidad de equilibrar la cooperativa, a efectos de poder cumplir con el objetivo de apoyar a los deudores a los que se está en proceso de ejecutar judicialmente sus bienes, ha llevado a que a aquellos socios que no han efectuado el repago de las propiedades adquiridas por la cooperativa y cedidas en usufructo a los ejecutados, se ha vendido la propiedad y se les realoja en otras viviendas de menor categoría, para que tengan un lugar donde residir, manifestó a EL TELEGRAFO el flamante presidente de la Cooperativa Uruguaya Solidaria de Afiliados (Cusaf), Lic. Eduardo Evangelista.
La cooperativa ha instrumentado un mecanismo por el cual ha comprado en remates judiciales propiedades de deudores, a los que ha entregado el bien inmueble para que lo sigan ocupando, a la vez de establecer un sistema de pago de la deuda a la cooperativa.
En varios casos los socios no han cumplido con la devolución del dinero, lo que ha llevado a que pasado un plazo prudencial, la cooperativa decidiera vender el inmueble y reliquidar la deuda del involucrado, explicó Evangelista.
Consultado respecto a si se la logrado recuperar esta morosidad que tenía la organización de apoyo a los deudores, el flamante presidente indicó que «más que logrado recuperar la morosidad por cobro lo que se está haciendo es vender las propiedades de aquellos que no cumplen con los pagos a la cooperativa».
Recordó que «la cooperativa, cuando hizo un acuerdo con los deudores desde nuestra fundación, les dijo que les dábamos un tiempo prudencial para que pudieran pagar las deudas, y hay casos en los que han pasado más de cuatro años en los cuales no han pagado, lo que es un tiempo más que prudencial. La cooperativa ha resuelto para todos esos casos pasar a la venta de los bienes, cobrándose de la venta lo que se le debe y el excedente se devuelve al socio».
Por otro lado, «hay casos en los que se les ha planteado alojarlo en una vivienda no tan grande como la que tenía o con un terreno más pequeño, sobre todo en la gente que es de afuera y que tiene terrenos muy grandes. Hay casos concretos en los que se les planteó realojarlos en una vivienda más chica, con terrenos de menor superficie, y de esta forma resuelven la situación para sí y para ambos lados, porque Cusaf rescata su dinero de la venta y a su vez le deja una propiedad saneada al deudor, que en definitiva queda con algo más chico, pero no lo debe», expuso el entrevistado.