Paysandú, Lunes 01 de Diciembre de 2008

La voz del público

Locales | 30 Nov ¿Sancionar, multar,
imponer o educar?
Miércoles 19 de noviembre de 2008, plaza Artigas, alrededor de las 22, un poco más, disturbios aparentemente, presencia del equipo del departamento de Tránsito y Policía departamental. Familias en momento de descanso y recreación, así como también jóvenes.
Operativo de control de tránsito y apoyo de la Policía con su armamento (entre eso, escudos). ¿Qué habría pasado?, me pregunté cuando vi personal con uniforme y la leyenda Geo. ¿Algún copamiento, robo, muerte, etcétera?
La pregunta del título nos la hemos hecho desde que los birrodados en nuestra ciudad se han ido incrementando desde hace ya casi dos años, creo. ¿Las libretas o permisos de conducir deben ser autorizadas por Tránsito a cualquier ciudadano, sin tener en cuenta edad, limitaciones y educación en lo que respeta a la población adolescente y adulto joven? Sería bueno primero tener conocimientos de cómo llegar a este grupo etario, a modo de educar sobre el tránsito y el daño parcial o definitivo que puede causarse a sí mismo y al prójimo.
En este estrato de edades no sería muy beneficioso posiblemente, imponer o reprimir en vez de educar. Debemos trabajar en promoción y prevención de la salud. Llego a esta instancia de que se escuche mi voz porque ya es drástica la manera en que está manejando el tema los responsables de ordenar el tránsito. Empezando por la forma en que llevan a cabo la tarea. El personal debe tener un perfil para realizarla, ya que los que hemos cursado estudios terciarios de materias humanitarias y con algún conocimiento administrativo, y quienes no pero tienen conocimiento común, sabemos que un organizador, director o gerente que sea autoritario no logra nada de sus dependientes.
A dirigir se aprende, dijo alguien y con mucha certeza. Debemos tener personal capacitado, que pueda desempeñar su rol con eficiencia y eficacia, logrando así el objetivo propuesto el comienzo de cada proyecto. Otra cosa que puedo agregar es la necesidad de trabajar en forma igualitaria cuando los agentes están realizando controles; ya que una vez estaba yo en infracción, ya que llevaba a mi pequeña hija en el asiento delantero. Me desplazaba en un auto año 87, a no más de 20 Km/h.. Una agente me detuvo, pidió documentos y los presenté, en total legalidad. Estaba en infracción, era mi primera vez y me llamó al orden la agente, con razón sin duda alguna, y me dijo que debía aplicar la multa correspondiente.
Creo que por haber sido la primera y última vez debería haberme llamado al orden pero formulándome la advertencia que si se repetía el acto sería aplicada la multa. Debiera haber sido a modo de llamado de atención y aviso. En ese momento circulaban diferentes vehículos últimos modelos que no fueron detenidos para solicitarles documentación.
Hice los descargos, pagué timbre, pero se negó la autorización de la Dirección de Tránsito de considerar revocar la multa, que me costó más que lo que salía la patente del rodado.
Mi pareja y yo rondamos los 30 años y cumplimos con el pago de los impuestos para circular correctamente. Trabajamos todo el día. El también fue multado por conducir en una avenida muy transitada a 59 Km/h., trabajando porque debe trasladarse en todo momento, siendo que las señalizaciones eran insuficientes para transmitir el mensaje de máxima permitida, con un cartel cada unos cuantos metros.
Las reglas están hechas, pareciera, para algunos ciudadanos.
Otra cosa. La venta de birrodados, actualmente muy accesibles para cualquier persona, sin importar si carecen de aptitudes al momento de conducir. Esto también sería trabajo de Tránsito junto con al resto de los gobernantes.
Las casas de ventas de birrodados y autos deberían exigir la libreta de conducir y cuando compete, el casco, antes de vender el vehículo. Es un trabajo de grupo, es difícil de coordinar, pero con perseverancia, organización y compromiso de quienes les corresponde, se podría lograr, evitando desgracias como las que estamos viviendo en nuestra época. No se debería llegar al extremo que sea una guerra social entre agentes y ciudadanos, sino tratar de cada uno hacer su tarea lo mejor posible. Tampoco que la Policía tuviera que enfrentar situaciones que pueden ser resueltas de otras maneras, cuando los agentes tienen otras tareas mucho más relevantes en la ciudad.
Debemos cuidar a la población, niños, jóvenes y adultos en general. Se dice que un país puede considerarse desarrollado o en vías de cuando cuida a sus niños, el presente y el mañana. Debemos educar antes de solucionar el daño, ¿o no?
Estudiante


EDICIONES ANTERIORES

A partir del 01/07/2008

Dic / 2008

Lu

Ma

Mi

Ju

Vi

Sa

Do

12

12

12

12

Diario El Telégrafo

18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com