Deportes | 01 Dic La Mesa Ejecutiva de Primera División de la Asociación Uruguaya de fútbol (AUF) se reunirá esta noche con el objetivo de fijar para el próximo miércoles el partido entre Nacional y Villa Española, una vez que se promulgue el fallo del Tribunal de Contiendas, que entendió que debía jugarse este choque que fuera suspendido en la segunda fecha por el árbitro Líber Prudente, porque los tricolores no estaban en el terreno de juego a las 15.30, hora de comienzo del pleito.
Luego de más de 80 días de que se pasaran la pelota de tribunal en tribunal, y luego que Contiendas entendiera que el partido debía jugarse, hoy se fijarán los detalles para que la pelota vuelva a rodar el miércoles. Es decir que después de dos fines de semana sin actividad, ante la paralización del fútbol de Primera División por los hechos de violencia ocurridos en Jardines del Hipódromo luego del partido entre Danubio y Nacional, se reanudará la competencia luego de que se llegara a un acuerdo entre la AUF y las autoridades policiales para adoptar una serie de medidas tendientes a erradicar a los violentos de los escenarios deportivos. Por lo pronto, y teniendo en cuenta que se acerca la fecha en la que los futbolistas deben comenzar la licencia anual, se jugará una fecha entre semana para que el Torneo Apertura tenga continuidad y así se pueda cumplir con los tiempos estipulados. Así es que tras este partido del miércoles entre Nacional y Villa Española, habrá competencia el domingo por la 12ª fecha, en tanto la 13ª —en la que está inmersa el clásico entre Nacional y Peñarol—se jugará el miércoles, para al domingo siguiente disputar la 14ª y penúltima fecha del campeonato.
¿Qué cambió para que retorne la competencia? El acuerdo de adoptar una serie de medidas inmediatas que incluyen la utilización de espirómetros para los hinchas, la inclusión de cámaras de seguridad, detectores de metales y poner de una vez por todas en práctica el derecho de admisión, al tiempo que entre la AUF y la Policía se categorizarán los partidos para definir cuáles son de alto riesgo. A largo plazo, uno de los objetivos planteados es que en cinco años no haya más vallados en las canchas.