Paysandú, Viernes 05 de Diciembre de 2008
Policiales | 29 Nov Eran las 23 horas cuando F. E. M. C., de 20 años, circulaba por Bulevar Artigas y Florida en una moto Winner negra sin plásticos matrícula IAO 632 en actitud sospechosa y sin casco protector. La ilegalidad del no uso del elemento protector más la actitud del conductor llevó a que personal policial en el móvil de la Seccional 1ª lo detuviera para un control rutinario, alcanzándolo en Florida y Verocay.
Solicitud de los documentos mediante, los policías constataron que el joven no estaba habilitado para conducir y que la moto tenía un motor cuya numeración no coincidía con la que figuraba en la libreta de propiedad, sí el chasis y matrícula. Ante las irregularidades –y porque el motor podía ser hurtado-- optaron por conducirlo a la comisaría.
Interrogado en el local policial, F.M. admitió que el motor no era de esa moto porque «la había fundido», y el que tenía lo había comprado a otra persona –la cual identificó como R.R., que le ofreció un motor de Yumbo y que después le daba los papeles.
Luego reconoció que le «encargó» que le consiguiera el motor y otras piezas que necesitaba. Según fuentes extraoficiales, la Winner había sido comprada por F.M. en 200 dólares por estar chocada y con el motor «fundido» que vendió. F.M. detalló que fue a una gomería y un conocido le comentó que podía conseguir un motor por $ 1.800.
ROBO POR ENCARGO
Para proveer a su cliente, R.R. hurtó el sábado una moto Yumbo que estaba estacionada frente a Paylana, como se confirmó luego cuando los policías chequearon los números de motor de las motos que habían sido denunciadas como robadas. En compañía del adolescente, R.R. simplemente agarró la Yumbo roja, la llevó a la esquina, la arrancó y se fue a su casa. Allí la desarmaron completamente, y dijo luego que el cuadro lo tiró en un pozo, pero no pudo ser encontrado por los investigadores policiales.
Se supo después que también las ruedas que tenía la Winner correspondían a otra moto, probablemente también robada, pero no se tienen más detalles, por lo que se continúa trabajando en este sentido.
En definitiva, de las investigaciones realizadas por la división Hurtos y rapiñas, surgió claro que el autor del hurto había sido R. D. R. G. de 19 años, acompañado por un adolescente. Luego se la llevó a F.M., que consiguió dinero prestado para comprar el motor y otras partes que podían serle útiles. Conducidos ante la Justicia Penal, y tomadas sus declaraciones se resolvió el procesamiento sin prisión de R. D. R. G. de 19 años, por un delito de hurto especialmente agravado y de F. E. M. C. de 20 por un delito de receptación, imponiéndoseles como medida sustitutiva a la prisión la obligación de presentarse una vez por semana en la Seccional más próxima a su domicilio y permanecer allí por un período de 2 horas durante treinta días.
En el caso del menor, se dispuso la iniciación de proceso infraccional al adolescente por haber incurrido en la conducta típica prevista en el artículo 340 del Código Penal: Hurto.
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