Paysandú, Viernes 05 de Diciembre de 2008
Locales | 02 Dic Más de un uruguayo («casi dos») por día se infecta con VIH y la enfermedad del Sida, y los datos son «desalentadores, en cuanto la infección sigue en aumento», dijo ayer la doctora Carla Belotti, especialista en VIH, quien junto a los doctores Ricardo Diez y Javier Echenique brindó información en el marco del Día nacional de lucha contra el Sida.
Mientras tanto, en los último, cuatro años los casos de VIH Sida en Paysandú más que se duplicaron, pasando de 63 en 2004 a 138 en 2008, un aumento del 119%. Se trata de los casos registrados porque reciben algún tratamiento médico, pero se estima que el porcentaje de quienes no se tratan, y quizás ni sepan que están infectados, es muy importante.
Los primeros datos de infección por este problema en Paysandú son de 1984.
Entre 15 y 44 años
Como características sobre las edades más afectadas, Belotti dijo que «los casos más frecuentes son entre los 15 y los 44 años, predominando en el caso del VIH franjas más jóvenes, de 15 a 30 años, y en el caso del Sida se corre un poco».
Sigue siendo mayoritariamente afectado el sexo masculino, «aunque el rol de la mujer se mantiene con una relación de tres a uno».
Las principales causas son por sexo no seguro, por inyecciones intravenosas asociadas a la droga y en una medida ínfima por transmisión de madre a hijos.
En esta serie de datos, casi todos negativos, se destaca como positivo que «no hemos tenido casos de transmisión perinatal en este año 2008. Este parecería ser el principal logro, por la prevención por las drogas, que ya se aplican en forma masiva tanto en las dependencias de Salud Pública como en las mutualistas».
Otros datos corroborados es que «volvió a aumentar el número de casos entre homosexuales y sobre todo entre los trabajadores sexuales. Eso es un elemento nuevo, donde los trabajadores sexuales pasaron casi a duplicarse». Según los datos, casi el 5% de los trabajadores sexuales «están infectados».
Dijo la médica que esto indica que «los mecanismos de cuidado, tanto para los trabajadores como para la población en general, no se están contemplando».
Los trabajadores sexuales –hombre o mujer- que estén infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tienen igualmente la habilitación legal como trabajadores sexuales, lo que determina, a juicio de la doctora, que la responsabilidad de la salud «vuelve a estar en el usuario» porque al trabajador sexual «se le controla pero no se le inhabilita para su trabajo».
Hay 30 pacientes
en tratamiento
Recordó que en los últimos años han pasado por la policlínica del Hospital o por Comepa 138 pacientes. «De ellos, en la policlínica del hospital hay 22 pacientes que están controlados y que no necesitan recibir medicación». Hay 9 hombres y 13 mujeres atendidos. Detalló que «pacientes en tratamiento en el hospital son 16, 8 mujeres y 8 hombres».
«En total hay 38 pacientes que están siendo controlados en la policlínica del Ministerio».
Sin embargo, no siempre se puede informar en tiempo a quienes resultan infectados. «Y en este momento tenemos dos personas a quienes no se les ha podido comunicar su carácter de seropositivo porque no concurren a las citas, pese a las reiteradas solicitudes para hablar de este tema».
En el caso de Comepa, Carla Belotti dijo que hay «20 pacientes», pudiendo confirmar EL TELEGRAFO en otras fuentes que son 14 personas las que están en tratamiento y 6 en control. Dijo que la situación de los pacientes es distinta a los del HEL, porque «en general no tenemos pacientes que no concurran a informarse y los controles son más regulares».
Sin embargo, también dijo que mientras en el hospital la mayoría de los casos se toman a tiempo, «en Comepa la mayoría han necesitado tratamiento. Porque consultaron en forma más tardía o porque el paciente está relativamente bien. Una vez que comienzan con la terapia retroviral, son de por vida».
También dijo -si bien no los cuantificó- que hay casos terminales, que «en general son los que se presentaron en forma muy tardía, o que han tenido mal control».
Los sanduceros afectados están entre los 15 y los 44 años, según explicó la doctora, señalando que integran «la población sexual y laboralmente activa, población que tiene un gran peso e importancia en el desarrollo de la comunidad».
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