Locales | 04 Dic En planteo presentado para ser considerado en los asuntos entrados de la Junta Departamental, el edil nacionalista Rubens Francolino sostiene que Comepa «es una mutualista desbordada» a raíz de la mayor cantidad de personas que requieren cobertura por haberse afiliado a través del Fonasa. A su entender, esto dilata los tiempos de asistencia y conspira contra la prevención en salud.
Recuerda «aquellas campañas patrocinadas por el Ministerio de Salud Pública bajo la consigna de ‘prevenir es curar’, campañas bien intencionadas y costosas que han quedado solo encuadradas en lo anecdótico cayendo en la total ine- ficacia. No precisamente por culpa de los destinatarios del mensaje –la población- sino como consecuencia de medidas adoptadas por sus mismos promotores, es decir las autoridades de aquella secretaría de Estado».
Añade que «la Federación Médica del Interior, por un lado denuncia dispares tratamientos de la salud en la capital y el resto del país, con claras desventajas en cuanto a recursos materiales y en la autorización para incorporar tecnología en el Interior. Para colmo, la actual ministra se ha caracterizado por ‘desnudar’ a los centros hospitalarios: Paysandú ha sufrido esos despojos reiteradamente –cosa que hemos denunciado ante esta Junta- a favor de necesidades, ajustes o complementación de servicios que se ofrecen en la capital de la República». Francolino añade que «irrumpe en el escenario sanitario del país un improvisado Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que deja las cosas peor de lo que estaban: los pacientes que quieren tomar contacto con los médicos, sortearán una larga y espinosa tramitación que, muchas veces, los desalienta y en otras tantas va en detrimento de sus propios males».
esperas en comepa
El edil, entre otros conceptos, añade que «el obtener una consulta con ciertos especialistas se transforma en una verdadera odisea. Esta situación es la que los sanduceros sufren en Comepa, no obstante los empeños de ciertos sectores de los funcionarios por atenuar, con gentileza, las contrariedades de los afiliados. Todos sabemos que cualquier consulta requiere un primer paso con un médico general que, en la mayoría de los casos, termina derivando al paciente a un especialista. Semanas y hasta meses mediante, viene luego la primera atención con las órdenes de exámenes clínicos de rigor que suman otras jornadas, nuevos pedidos de hora de atención –el pago de más tiques- y, por fin, las conclusiones primarias de una enfermedad que si requiere de una intervención quirúrgica, enfrenta a los pacientes a un nuevo ‘vía crucis’ de oportunidades y fechas para obtener cama. Espacios e intermedios donde no se valora convenientemente el estado de ánimo de los pacientes, los nervios y las angustias, a veces más dañinos que las consecuencias de la propia enfermedad».
Francolino resume que «estas son solo generalidades de un sistema que consume mucho tiempo que vale para los pacientes y sus familiares».
«Ejemplos apenas de un sistema de salud que, lejos de compensar el sacrificio de sus afiliados, presenta incluso tras derivaciones y caprichosas exigencias que cada vez ponen al paciente más lejos del contacto necesario con el médico y, por supuesto, invalidando el acatamiento de aquella premisa que nos decía que ‘prevenir es curar’». El edil pidió que sus palabras pasen al MSP y al consejo directivo de Comepa.