Locales | 05 Dic El Secretariado Departamental del PIT - CNT hizo un balance del décimo congreso de la central obrera, señalando que se reflejó la unidad de los trabajadores. Miembros del secretariado indicaron que el congreso recogió la inquietud local debido a que alrededor de 500 trabajadores están en el seguro de desempleo por «los oportunismos de turno», según los dirigentes.
En conferencia de prensa en el local sindical de AUTE, Gastón Giles, Manuel López y Jorge Pacheco, integrantes del secretariado, destacaron la participación de 30 delegados de los trabajadores agremiados a la central obrera. «Los trabajadores volvimos a dar una señal, no solo al Uruguay sino al mundo, de lo que debe ser una central única de trabajadores. Somos de los pocos países, junto con Cuba y Portugal, que contamos con una central única. A pesar de las diferencias de concepciones políticas e ideológicas que tenemos en el movimiento sindical, hemos logrado nuevamente aunar los esfuerzos y consensuar las formas de pensar para mantener esta central única, a pesar de los intentos divisionistas que hubo de los distintos actores, no solo dentro del movimiento sindical, sino de afuera», dijo Giles.
Pacheco resaltó la unidad de la central e indicó que los documentos de balance y perspectiva presentados por la mesa representativa saliente y por los sindicatos de los municipales capitalinos, los postales y las cooperativas de consumo, «fueron los elementos donde estuvo más centrada la discusión, pero que permitió hacer un análisis correcto de la situación, de la historia de este movimiento obrero y de la unidad de los trabajadores».
«OPORTUNISMOS DE TURNO»
Este congreso resaltó la necesidad de consolidar la unidad, para visualizar las salidas a la crisis que impactará en el país. «Más allá de los augurios del gobierno, nos interesa hacer los balances reales sobre dónde estamos parados y de la manera que hay que transitar. Por eso seguimos reivindicando la necesidad de esa gran inversión pública que permita garantizar la estabilidad en el empleo, seguir consolidando trabajo para toda la sociedad y desarrollarse como ser humano» en ella, dijo López.
Agregó que el congreso tuvo la particularidad de «ser lo suficientemente inteligente para ir planteando la salida a lo que se avecina, que es la crisis. Y que ya, de alguna manera, no porque haya llegado sino porque están los oportunismos de turno, ha empezado a golpear en el departamento, donde ya tenemos por varias empresas exportadoras algunos cientos de trabajadores fuera de la producción».
Indicó que en PILI se están desconociendo los acuerdos salariales, firmados en los consejos de salarios, lo que ocasiona pre conflictos. «Lógicamente no vamos a permitir que quienes se llenaron los bolsillos durante todo este período, hoy ante la primera insinuación de crisis, que insistimos todavía no llegó al país, empiezan a pegar y a cortar por el lado más fino, que es el de los trabajadores», agregó.
Consultado por EL TELEGRAFO sobre si el mencionado «oportunismo» significa un aprovechamiento de las empresas para reducir el número de trabajadores, López respondió: «Sin dudas, no solo reducir sino de alguna manera abortar las organizaciones sindicales. Hoy tenemos en el movimiento sindical más de 300.000 trabajadores organizados y un sinnúmero importante de sindicatos que se crean». Las patronales «aprovechan situaciones que, vuelvo a insistir, todavía no están imperantes en el país para destruir la herramienta sindical, que son los sindicatos», añadió. Pacheco señaló además que en el congreso quedó plasmado que «el movimiento obrero uruguayo no está dispuesto a pagar las consecuencias de una crisis que no es de los trabajadores, sino de aquellos que han especulado y siguen especulando con el capital financiero y que hoy pretenden trasladarlo a los trabajadores». Mencionó como ejemplo de esto, empresas como Paycueros, donde 200 trabajadores están en seguro de paro; que en el sector textil a partir del 1º de diciembre están en el seguro y es incierta la situación de los trabajadores; y en el sector de la forestación, el vivero Nazca «prácticamente mandó al seguro a la gran mayoría de sus 200 trabajadores». Agregó que en Frigorífico Casa Blanca también se vive una «situación especial».
Por otra parte, Giles señaló que el congreso resolvió volver a esforzarse para concretar el número de firmas necesarias para plebiscitar la anulación de la Ley de Caducidad.