Paysandú, Miércoles 10 de Diciembre de 2008
Locales | 08 Dic En una documentada intervención, respecto de la estadística del Instituto Nacional de Donación y Trasplantes, el edil frenteamplista Eduardo Espillar afirmó ante el plenario que «un momento de reflexión sobre este tema nunca está de más. Es tan simple como que ante lo irreparable y el dolor, podemos dar vida. Ante una pérdida corporal con muerte cerebral son directamente dieciséis personas las que pueden mejorar sus vidas a través de un trasplante. No podemos pensar que de la donación (de órganos) nadie puede precisar».
Espillar recordó que el 16 de noviembre de cada año es el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, «lo que no es otra cosa que la intención de una jornada para ser solidarios entre nosotros mismos, tomando conciencia de lo que podemos dar a los demás y volcando ese interés en la firma de un formulario de donación de nuestros órganos».
Recordó de la estadística que en 2006 el mencionado instituto registró 20.626 donantes, superando las 592.000 personas con voluntad positiva (a la donación) en todo el país. Por otra parte, se realizaron 532 trasplantes, lo que representó un aumento del 7,7 por ciento en comparación al año 2005. Dijo también que «desde 2000 el instituto realizó 2.657 intervenciones quirúrgicas para atender diversas patologías, aumento notorio del número de uruguayos trasplantados que muestra una mayor cantidad de donantes, ya sea por voluntad propia (formulario previamente firmado) o por decisión de la familia del fallecido. Por tanto, esta realidad confirma la eficacia, eficiencia y transparencia del sistema. Por otra parte, el incremento en el número de donantes no representa un incremento de muertes, sino una mayor generosidad y solidaridad con la gente, que se muestra más dispuesta a donar sus órganos».
segundo lugar mundial
Espillar citó que «la Tasa de Donantes Multiorgánicos de nuestro país es de 25,2 personas por millón de habitantes, cifra que coloca a Uruguay en el segundo lugar en el mundo luego de España.
Para el Estado –agregó- trasplantar resulta más económico que sostener el tratamiento de patologías crónicas. Desde 2000 los trasplantes realizados significaron un ahorro superior a los U$S 5.000.000, cifra que repercute a favor del sistema sanitario. Del total de pacientes trasplantados en 2007, 134 intervenciones fueron de riñón, siete de corazón, seis trasplantes dobles de riñón y páncreas en diabéticos y una de corazón y riñón.
El trasplante de riñón es el tipo de intervención más frecuente –subrayó el edil- debido a que los pacientes que sufren insuficiencias tienen un tratamiento sustitutivo de diálisis que les permite permanecer por mayor tiempo en lista de espera. Esta situación no ocurre con otras insuficiencias terminales, donde no es posible conseguir rápidamente un órgano sano que sustituya al enfermo». Sostuvo también que «en cuanto a la intención de ser donante, tras ser consultados por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante, el 80 por ciento manifestó su voluntad positiva. Por otra parte, ante el deceso de un paciente no donante, la respuesta negativa de la familia alcanza el 30 por ciento. En tanto, el 20 por ciento de las personas encuestadas en la vía pública responde negativamente». Aclaró que «la lista de espera de pacientes receptores de órganos o tejidos es una sola y rige para todo el país. Dentro de este listado, a su vez, se conforman otras listas para cada órgano o tejido en particular. En el caso del trasplante de hígado –que no se efectúa en el Uruguay- los pacientes ingresan en listas de espera en Argentina, donde sí se le practica. Entre ambos países existe un convenio firmado en noviembre de 2005, por el cual cuando se tiene excedentes (donación de hígado) se entregan al Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) de Argentina. Este centro a su vez administra el órgano de acuerdo con sus propias normas de otorgamiento».
NO LO ACONSEJA
El edil Eduardo Espillar recordó en su planteo que «se puede realizar la donación de riñón de una persona viva a otra, pero el Instituto Nacional de Donación y Trasplante no lo estimula ni aconseja, puesto que el donador quedaría con un solo riñón. Sin embargo se puede realizar un trasplante de hígado ya que este está compuesto por un tejido que se reconstituye solo y permite que una porción del órgano de un padre –por ejemplo- pueda ser trasplantado a su hijo. En este caso, es esencial la compatibilidad genética propia de la relación entre familiares directos.
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